Cambios en el ideal masculino de los ¨²ltimos 150 a?os

El dise?ador gr¨¢fico Nickolay Lamm ha creado una serie de mu?ecos con proporciones f¨ªsicas reales para mostrar el cambio en el ideal de cuerpo masculino a la o largo de las d¨¦cadas.

Seg¨²n Lamm, el fundador de Lammily que introdujo las mu?ecas de proporciones reales en el mercado, no solo el cuerpo femenino se ha visto sometido a unos est¨¢ndares imposibles de cumplir sino que el de los hombres tambi¨¦n ha sufrido grandes cambios en las tendencias desde 1870.

Los cuerpos esculpidos a base de trabajo f¨ªsico y gimnasio que lucen hoy los modelos y las estrellas de Hollywood no siempre ha sido el ideal de la sociedad occidental. Las distintas tendencia y las influencias de otras culturas han ocasionado una serie de cambios que Lamm ha mostrado con im¨¢genes en 3D.

La evoluci¨®n

El cuerpo ideal para un hombre de 1870 era una cintura ancha y un prominente est¨®mago, s¨ªmbolo de riqueza y estatus que revelaba que el sujeto ten¨ªa acceso a todo el alimento que deseara. Sin duda hoy en d¨ªa ser¨ªa la imagen de alguien con sobrepeso.

En el a?o 1866 fue fundado el llamado ¡°Club de Hombres Gordos¡± en Connecticut para personas de m¨¢s de 100 kilos. Cuando la moda del exceso de peso toc¨® a su fin el club se vi¨® obligado a cerrar sus puertas, corr¨ªa el a?o 1903.

Como consecuencia de la influencia del cine en 1930 se apreciaban m¨¢s los tipos en una l¨ªnea m¨¢s esbelta al estilo de la del actor Cary Grant. M¨¢s tarde, en la contracultura de los a?os 60, el ideal masculino era el de un hombre delgado que no se preocupaba tanto por su imagen y experimentaba con drogas y no hac¨ªa ejercicio.

La siguiente transformaci¨®n importante lleg¨® en los 80 con el auge de las pel¨ªculas de acci¨®n de Hollywood y los gimnasios. En aqu¨¦lla ¨¦poca el tipo m¨¢s apreciado era un hombre musculado a imagen de Arnold o Sylvester Stallone.

Desde los 90 y hasta hoy, el f¨ªsico masculino m¨¢s apreciado es el de un hombre esbelto, tonificado aunque sin estar excesivamente musculado. El tiempo dir¨¢ qu¨¦ nos depara el futuro.

Dado que el ser humano est¨¢ alcanzando nuevos l¨ªmites en su longevidad y la esperanza de vida ha aumentado exponencialmente durante el siglo XX, algunas teor¨ªas dibujan un futuro en el que podr¨ªamos convertirnos en ciborgs inmortales con conciencias digitalizadas. Seguro que llegado el caso nos seguir¨ªan persiguiendo las modas est¨¦ticas.