Narcos: las 28 cr¨ªticas del hijo de Pablo Escobar a la serie
Sebastian Marroquin ha utilizado su cuenta de Facebook para resaltar la falta de veracidad de la serie de Netflix ante la llegada de la segunda temporada de Narcos
En su primera temporada, Narcos se ha convertido en una de las series de referencia en la actualidad contando con miles de fans en todo el mundo.
Hace diez d¨ªas, Netflix lanz¨® los diez cap¨ªtulos de su segunda temporada y poco m¨¢s tarde anunci¨® que la serie contar¨ªa con dos entregas m¨¢s. Una gran noticia para los seguidores de Pablo Escobar. Sin embargo, el hijo del narcotraficante m¨¢s famoso de la historia, Sebastian Marroquin (antes Juan Pablo Escobar), ha querido dar su opini¨®n sobre esta segunda temporada y ha puesto muy en duda su veracidad.
¡°En nombre de mi pa¨ªs y en honor a la verdad real de los hechos acontecidos entre los 80?s y 90?s me veo en la obligaci¨®n de exponer los grav¨ªsimos errores de una serie que se auto proclama como veraz, cuando dista much¨ªsimo de serlo, insultando as¨ª la historia de toda una naci¨®n y de much¨ªsimas v¨ªctimas y familias¡±, escribe Marroquin en su Facebook despu¨¦s de recomendar su libro, ¡®Pablo Escobar mi padre¡¯, a los que quieran conocer la ¡®verdad real¡¯ del narcotraficante.
Acto seguido, Marroquin comienza a detallar los 28 errores que ha encontrado en esta segunda entrega de la serie, ¡°de la temporada uno ni les hablo para no aburrirlos con la larga lista¡±, escribe unas vez enumeradas las 28 equivocaciones.
28 errores de la serie Narcos
Aqu¨ª puedes leer un extenso resumen de los 28 errores de su lista, a la que ha nombrado ¡®Narcos 2 y sus 28 quimeras¡¯. Eso s¨ª, advertimos que contiene spoilers de la serie.
1. Carlos Henao Q.E.P.D. era mi t¨ªo materno, arquitecto y ayud¨® a mi padre con construcciones de la Hacienda Napol¨¦s pero nunca se involucr¨® en actividades il¨ªcitas. No fue narcotraficante y los de Netflix le difaman a ¨¦l y con ello a toda su familia, con total impunidad y tranquilidad. Fue secuestrado y torturado junto a Francisco Toro, otro hombre inocente y decente. Qu¨¦ triste que Netflix haya mostrado tantos cad¨¢veres con los carteles de Los Pepes colgados, y se les olvid¨® publicar las im¨¢genes del cuerpo de mi t¨ªo Carlos torturado que en ese sentido eran id¨¦nticas y tambi¨¦n p¨²blicas. Pero no contentos con eso, lo ubicaron en otro tiempo y lugar dentro de la historia e hicieron parecer que su muerte fuera producto de un enfrentamiento leg¨ªtimo entre polic¨ªas y narcos, cuando en realidad fue una injusticia. As¨ª se le vulnera el derecho al buen nombre, a la honra y al honor de quien fuera un t¨ªo muy querido y respetado en Medell¨ªn entero. http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-150654
2. Mi padre no era hincha del Atl¨¦tico Nacional, sino del Deportivo Independiente Medell¨ªn.
3. La Quica fue apresado en New York el 24 de septiembre de 1991 as¨ª que para la fuga de mi padre de La Catedral (Julio de 1992) ya llevaba detenido en EEUU un rato largo por falsedad de documentos. All¨ª fue posterior e injustamente acusado y condenado por la bomba al vuelo del avi¨®n de Avianca en el que murieron m¨¢s de 100 pasajeros y la tripulaci¨®n y donde se cre¨ªa que viajar¨ªa el sucesor de Luis Carlos Gal¨¢n, C¨¦sar Gaviria. Hasta el fiscal De Greiff envi¨® cartas a EEUU a favor de su absoluci¨®n ya que este hombre ¨Cseg¨²n insist¨ªa tambi¨¦n m¨ª padre- no tuvo participaci¨®n alguna en el hecho llevado en la vida real por Carlos Casta?o bajo ¨®rdenes de mi pap¨¢. Pero lamentablemente puede m¨¢s el odio que la justicia a la hora de buscar la verdad.
4. Sobre el escape de La Catedral: No hubo un enfrentamiento tan grande, s¨®lo muri¨® un guardi¨¢n de la c¨¢rcel. Mi padre no tuvo contactos ni ayuda de la ley para escapar. La fuga estaba dise?ada desde la construcci¨®n misma de la c¨¢rcel: mi padre orden¨® dejar unos ladrillos flojos y escap¨® cuando el gobierno le notific¨® que incumplir¨ªan el acuerdo de no trasladarlo nunca de esa prisi¨®n.
5. Lim¨®n era trabajador de Roberto alias ¡°Osito¡± hermano mayor de mi padre. Trabaj¨® para ¨¦l como chofer unos 20 a?os. No se trataba de un aparecido ni fue reclutado al final de la historia de la familia, sino muchos a?os atr¨¢s. Pero al tratarse de un trabajador de Roberto y al ser el Osito un colaborador de la DEA, pudo extraer y entregar informaci¨®n para vender a su hermano ya que la ten¨ªa de primera mano sobre el modus vivendi y las andanzas de mi padre. El Osito al final de los d¨ªas de mi padre ¨Ctristemente y de manera desleal- ayud¨® en tareas de inteligencia a favor de Los Pepes y de la DEA para dar con el paradero de su hermano, esposa e hijos.
6. No es cierto que los carteles de Medell¨ªn y Cali negociaran quedarse con Miami y New York como plazas de narcotr¨¢fico respectivamente. La verdad es que a¨²n hoy ante el crecimiento exponencial del mercado de las drogas prohibidas sigue existiendo uno tan grande, que siempre habr¨¢ un d¨¦ficit de narcos y clientes para todos los que lleguen.
7. La CIA no fue quien le propuso a los hermanos Casta?o crear Los Pepes. Fue Fidel Casta?o quien lo decidi¨® con la complicidad del Cartel de Cali y las autoridades locales y extranjeras que hicieron la vista gorda a miles de cr¨ªmenes y desaparecidos.
8. Mi madre jam¨¢s compr¨® ni us¨® un arma.
9. Mi padre no mat¨® personalmente a ning¨²n Coronel ¡°Carrillo¡± como lo llaman en la serie al Jefe del Bloque de B¨²squeda. Atentados le hizo muchos a la Polic¨ªa de Colombia y en ellos murieron m¨¢s de 500 en un mes en la ciudad de Medell¨ªn al final de los 80?s. No me siento orgulloso en absoluto de la violencia de mi padre, y reconozco que le hizo mucho da?o a la Polic¨ªa as¨ª como tambi¨¦n le dio mucho dinero.
10. Quienes conocen bien la historia saben que mi padre se equivoc¨® gravemente ordenando la muerte de los que eran sus socios y prestamistas, Moncada y Galeano. Estos ¨²ltimos fueron secuestrados por el cartel de Cali y para que los liberaran vivos, prometieron entregar a Pablo y sus hombres a la vez que les exigieron cortar toda la ayuda econ¨®mica. Hab¨ªa grabaciones telef¨®nicas que demostraban ese cambio de lealtades. Mi padre a¨²n as¨ª decidi¨® perdonar la vida de Moncada al ¨²ltimo minuto, pero para cuando lleg¨® la orden de parar su asesinato, la muerte ya lo hab¨ªa encontrado. Y este fue uno de los cr¨ªmenes determinantes en la ca¨ªda y final de mi padre.
11. Mi padre al final de sus d¨ªas estaba solo. No tan lleno de bandidos como lo muestran.
12. No hab¨ªa tales comodidades en la ¨¦poca posterior a la fuga de La Catedral. Viv¨ªamos en tugurios, no en mansiones.
13. La historia del tal ¡°Leon¡± de Miami es mentira. No vivi¨® en EEUU. Y era un hombre absolutamente fiel y valiente al servicio de mi padre. Muri¨® despu¨¦s de ser secuestrado y torturado por los Casta?o en Medell¨ªn. Cay¨® peleando la guerra en nombre de mi padre.
14. Mi padre nunca amenaz¨® a Cali como ciudad. Sac¨® un Comunicado diciendo que su esposa y parte de su familia eran adem¨¢s oriundos de la zona y tambi¨¦n dec¨ªa que no ten¨ªa nada contra la ciudadan¨ªa.
15. Ricardo prisco ya estaba muerto cuando le muestran. Ten¨ªa un hermano m¨¦dico que s¨ª era un buen hombre estigmatizado por el accionar de su hermano, pero no era un bandido.?
16. Jam¨¢s mi pap¨¢ atac¨® a la hija de Gilberto Rodr¨ªguez en su boda ni en su vida. Ni a ning¨²n miembro de su familia. El pacto era no tocar las familias y mi padre lo cumpli¨®. Estimo que ellos no el d¨ªa que pusieron la bomba el 13 de enero de 1988 en el edificio M¨®naco donde viv¨ªamos con mi hermanita y mi madre.
17. Mi padre jam¨¢s nos oblig¨® a quedarnos con ¨¦l en la clandestinidad, siempre pens¨® al igual que mi madre que lo mejor era que nos educ¨¢ramos y tuvi¨¦ramos otras oportunidades diferentes a las de ellos.
18. Estuvimos en una sola balacera con mi padre, pero ni parecida a la que muestran ah¨ª.
19. Ponen los ataques de mi padre con bombas a Drogas La Rebaja en el a?o 1993 cuando en realidad ocurrieron entre 1988 y 1989.
20. Mi Abuela paterna traicion¨® a mi padre y se ali¨® con su hijo mayor Roberto, negociaron con Los Pepes y colaboraron tan activamente que eso les permiti¨® seguir viviendo tranquilamente en Colombia mientras que quienes s¨ª fuimos leales al amor por nuestro padre, seguimos viviendo en el exilio.
21. El viaje hacia Alemania no fue as¨ª. Mi abuela paterna no viaj¨® con nosotros a ninguna parte.
22. La fiscal¨ªa de Colombia tampoco nos quer¨ªa ayudar tanto como lo muestran a De Greiff, que parec¨ªa pero no era tan bueno. Su oficina estaba totalmente infiltrada por el cartel de Cali y todo el esquema de protecci¨®n brindado por sus propios agentes. Est¨¢bamos en condici¨®n de rehenes, secuestrados por nuestro propio estado acusados del delito de parentesco. ?ramos dos menores de edad y dos mujeres encerrados en una peque?a habitaci¨®n de hotel.
23. ?Virginia Vallejo estaba tan enamorada que le rechazaba la plata a mi padre? Eso s¨ª que son dos mentiras en una y bien grandes! Mi madre nunca habl¨® con ella despu¨¦s de la fuga de la catedral. Hac¨ªa casi una d¨¦cada que mi padre no ten¨ªa contacto con Virginia quien era amante al mismo tiempo de los jefes del cartel de Cali.
24. Mi padre al hotel Tequendama no nos envi¨® tel¨¦fonos con nadie, us¨¢bamos los del lugar. Yo le colgaba para protegerlo, pero se quedaba m¨¢s tiempo del prudente en la l¨ªnea, a sabiendas de que ser¨ªa rastreado. ¡°El tel¨¦fono es la muerte¡± me dijo toda la vida. Como yo le cortaba la llamada, ped¨ªa hablar con mi madre y hermana y se identificaba ante la operadora con sus dos nombres y apellidos, as¨ª que sus llamadas eran para despedirse, para alargar lo m¨¢s posible esa ¨²ltima llamada, con la intenci¨®n clara de ser localizado en lo que ¨¦l eligi¨® como el d¨ªa y el lugar para su ¨²ltima batalla en el barrio Los Olivos de su ciudad, Medell¨ªn. Mi padre se suicid¨® tal como me lo dijo decenas de veces. No fue la polic¨ªa. Carlos Casta?o dirigi¨® esa operaci¨®n final, tampoco particip¨® ninguna autoridad extranjera.
25. Ninguna periodista fue asesinada frente a al hotel TEQUENDAMA.
26. Mi padre jam¨¢s maltrat¨® a sus padres, mucho menos a Abel su pap¨¢.?
27. Despu¨¦s de muerto mi padre, mi mam¨¢ fue citada a una reuni¨®n con el Cartel de Cali en dicha ciudad, all¨ª hab¨ªan m¨¢s de 40 grandes jefes mafiosos de la Colombia del momento. Quien le salv¨® la vida a mi madre y al suscrito despu¨¦s fue Miguel Rodr¨ªguez, no Gilberto. Nos despojaron de los bienes heredados y se los quedaron y repartieron como parte del bot¨ªn de guerra.
28. ?Mi abuela le dice en la serie a mi madre que traicion¨® a mi padre? Cuando en la vida real era mi abuela paterna y sus hijos/as las que ten¨ªan contactos en secreto con el cartel de Cali!
¡°El mundo est¨¢ definitivamente al rev¨¦s y las historias es claro que cualquiera las cuenta como se le antoje la gana. Y encima resultan exitosas sin importar cu¨¢n mal contadas. Pero bueno, cada cual que cuente su versi¨®n, que la verdadera ya saben d¨®nde encontrarla¡±, escribe Marroquin antes de volver a recomendar su libro con un link de su venta en Amazon. ¡°Juzguen ustedes, Un abrazo de Paz!!!¡±, se despide finalmente.
Pues eso, que cada uno saque sus propias conclusiones.