Nadal debuta en Madrid ante Kecmanovic con un perfil bajo
El tenista balear llega "justillo" a su debut en el Mutua Madrid Open contra el serbio Miomir Kecmanovic, 22 a?os y 32? del mundo) al que gan¨® hace un par de a?os en Acapulco.
Me estoy tomando estos d¨ªas un poco como pretemporada. Es un torneo que me viene justillo. Si pudiera venir alguna victoria, fant¨¢stico. Pero hay que tener paciencia y humildad", reconoci¨®?Rafa Nadal?en el d¨ªa de medios del Mutua Madrid Open. Este mi¨¦rcoles (no antes de las 16:00, Teledeporte y Movistar), con perfil bajo y en un inusual segundo plano, un tanto a la sombra del floreciente Carlos Alcaraz, debuta ante Miomir Kecmanovic, serbio de 22 a?os y 32? del mundo al que gan¨® hace un par de a?os en Acapulco. Desde entonces, el chaval ha mejorado bastante. En Miami puso contra las cuerdas a Alcaraz y en Belgrado, hace s¨®lo unos d¨ªas, amag¨® con ganar a Djokovic, su ¨ªdolo y espejo. Ser¨¢, por tanto, una piedra de toque muy exigente para el balear, cada vez m¨¢s cerca de cumplir los 36.
Nadal no juega desde la final de Indian Wells, el pasado 20 de marzo, cuando el estadounidense Taylor Fritz le venci¨® claramente beneficiado por la lesi¨®n en las costillas que ya padec¨ªa el ganador de 21 Grand Slams. Una molestia que en sus propias palabras fue "invalidante". "Tuve dificultades hasta para dormir. Cuando respiraba, dol¨ªa. Hice algo de gimnasio, pero no pude entrenarme hasta hace dos semanas. Apenas he podido hacer saques. Va a ser una semana dif¨ªcil", avanz¨® antes de advertir que est¨¢ dispuesto a "luchar" con "ilusi¨®n".
No es habitual ver a Nadal hablar de un evento en el que participa como la preparaci¨®n para objetivos mayores, en este caso Roland Garros, pero las circunstancias le obligan a hacerlo. "Tengo unas semanas para ponerme en forma, nunca lo he dicho as¨ª porque todos los torneos son relevantes para m¨ª, pero me quedan unos d¨ªas para Par¨ªs y desgraciadamente me lo tengo que tomar de esta manera".
Altura y p¨²blico
Madrid no es una plaza en la que Rafa Nadal se sienta particularmente a gusto en cuanto a su tenis, aunque haya sido cinco veces campe¨®n y otras tres finalista, por aquello de la altura (657 metros), que le impide controlar la bola y, por ende, los partidos como le gusta. Con el paso de los a?os, jugadores que no son grandes especialistas sobre tierra batida, le han puesto en dificultades. Otra cosa es el apoyo del p¨²blico. En la capital le adoran. El martes se vio en su entrenamiento con Jannik Sinner. "Te queremos", le dijeron desde los alrededores de la pista 7, repleta por dentro y, sobre todo, por fuera, en la singular pasarela del Tennis Garden de la Caja M¨¢gica. En ese sentido, a¨²n est¨¢ por encima de Alcaraz y, por supuesto, de Djokovic. Es la 'Nadalmania', como describi¨® en ingl¨¦s el operador de c¨¢mara de un medio estadounidense. El impulso que le lleva a dar ese extra que garantiza est¨¦ como est¨¦.
"No soy mucho de lamentarme o quejarme. En la vida uno se puede estar quejando todo el d¨ªa, pero al final eso no te lleva a nada. No queda m¨¢s que mirar hacia adelante, afrontar a los objetivos pr¨®ximos con determinaci¨®n", afirma el de Manacor, que pidi¨® a la organizaci¨®n que no programaran su debut en horario de Champions, porque quiere ver in situ el partido del Real Madrid contra el Manchester City. Igual que Alcaraz.