Alcaraz es un vendaval que se lleva por delante a Lajovic
Carlos venci¨® a Lajovic y es el m¨¢s joven (18 a?os y 270) que alcanza la tercera ronda en Australia desde Tomic (18 y 101) en 2011. Se topar¨¢ con Berrettini.


Muy poco despu¨¦s de que Rafa Nadal se metiera en la tercera ronda del Open de Australia en la Rod Laver Arena, Carlos Alcaraz hizo lo mismo, pero en la 1573, mucho menos resguardada del fuerte viento que azot¨® este mi¨¦rcoles Melbourne. Contra esa inclemencia y frente a Dusan Lajovic, el murciano venci¨® en tres sets (6-2, 6-1 y 7-5 en 1h56). El chico absorbi¨® el vendaval para volcarlo sobre un rival al que le costaba hacer llegar sus golpes al otro lado de la red, mientras que enfrente, Alcaraz se los devolv¨ªa cual martillo pil¨®n. "Calentando he visto que hac¨ªa mucho viento, pero me adapto bien. En Villena (Alicante, Espa?a), por suerte o por desgracia, hace mucho viento. Me he adaptado mejor que ¨¦l al principio, luego se ha sobrepuesto y el tercer set ha sido duro", destac¨®.
Es el m¨¢s joven (18 a?os y 270 d¨ªas) que llega a la tercera ronda del primer Grand Slam del a?o desde el local Bernard Tomic (18 y 101) en 2011. Se enfrentar¨¢ al italiano Matteo Berrettini, a quien gan¨® no hace mucho en Viena. "En ese partido rest¨¦ muy bien y, una de las principales cosas, lo agresivo que fui. Es s¨²per importante ir a dominar el partido y no dejarle que coja su derecha".
Charly roz¨® la perfecci¨®n con su servicio en cuanto a su manera de defenderlo. S¨®lo enfrent¨® un punto de quiebre, aunque lo perdi¨®. Nada m¨¢s. Adem¨¢s, ejecut¨® tres veces m¨¢s golpes ganadores que el serbio de 31 a?os y 39? del mundo (27-8). Y ojo a su comportamiento en la red (22/27). Fant¨¢stico.
Sin largos rallys
Con esa camiseta roja sin mangas que deja ver sus fornidos brazos, Alcaraz se maneja majestuoso y apenas entra en intercambios largos que no le interesan. Acorta los puntos. De los 100 que gan¨®, s¨®lo 16 fueron en rallys de nueve o m¨¢s tiros. Ante Tabilo, en su estreno, a¨²n fue m¨¢s exagerado el asunto. Todo se jug¨® entre cero y cuatro, y la media fue de 2,13. As¨ª le quita tiempo a sus oponentes, que apenas pueden pensar, buscar soluciones. Por eso, entre otras cosas, el muchacho ya infunde respeto.