Dos espa?olas se quedan sin victorias ni t¨ªtulos de NCAA por una falta ajena de 252 d¨®lares

Hace ya tiempo que existe en Estados Unidos una corriente de opini¨®n que aboga por una profunda reforma del sistema del deporte universitario, desde los que piensan que deber¨ªa pagarse abiertamente a los deportistas hasta los que creen que se les debe proteger por encima de todo. En ese segundo grupo se circunscribe una espa?ola, Ana Yrazusta (Las Palmas, 24 a?os), que sufri¨® lo que parece una clara injusticia debido a una brecha de ese sistema imperfecto junto con su compatriota Laura Moreno (Murcia, 24 a?os). Ambas jugaron al tenis en la Universidad de Massachusets y por culpa de un error administrativo que acarre¨® una dura sanci¨®n por parte del Comit¨¦ de Infracciones de la National Collegiate Athletic Association (NCAA) se quedaron sin las victorias obtenidas individualmente y sin el t¨ªtulo de la Conferencia Atlantic 10 que lograron con su equipo colegial en 2017. El motivo: que dos compa?eras que abandonaron la residencia universitaria no devolvieron 126 d¨®lares destinados a la instalaci¨®n de una toma de tel¨¦fono fijo que no les correspond¨ªa percibir al vivir por su cuenta durante la temporada 2015-16.

Por este error administrativo de la UMass, que hizo una auditor¨ªa interna e inform¨® convenientemente del mismo, al conjunto femenino de tenis y el masculino de baloncesto les retiraron todos los triunfos y t¨ªtulos conquistados durante tres a?os. Indignadas por esta decisi¨®n, las jugadoras que recibieron esa cantidad global de 252 d¨®lares hicieron una petici¨®n en change.org para que sus m¨¦ritos sean repuestos. Ambas aseguran que desconoc¨ªan el hecho de que estuvieran recibiendo un pago extra y que no sab¨ªan a qu¨¦ partida correspond¨ªa esa cifra. a UMass pag¨® una multa de 5.000 d¨®lares y las chicas les parece que la penalizaci¨®n deportiva es injusta y "desproporcionada".

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"Nos enteramos de todo porque empezamos a ver hace unas semanas muchos art¨ªculos en medios de comunicaci¨®n americanos como la ESPN o el Boston Globe", explica a AS Yrazusta, que se fue a estudiar a Boston para conciliar su pasi¨®n por el tenis con unos estudios de calidad. "Mucha gente dice que es la peor penalizaci¨®n de la NCAA desde su creaci¨®n. Entendemos que hay reglas y que la Universidad lo ha hecho mal, pero por qu¨¦ tenemos que pagarlo las jugadoras, que no hemos hecho nada. No nos pueden hacer esto por 352 d¨®lares", contin¨²a Ana, que aclara que el objetivo principal es que les devuelva "todo" lo que han ganado "en la pista" e "intentar crear una conversaci¨®n y que la NCAA se d¨¦ cuenta de que las cosas no est¨¢n haciendo bien". Tambi¨¦n, cuenta Yrazusta, que quieren "correr la voz en Espa?a, porque muchos ni?os piensan en irse para all¨¢. As¨ª podr¨¢n cambiarse las cosas. Los deportistas estamos diciendo 'ya basta'".

A Ana le parece "muy rid¨ªculo" que el Comit¨¦ de Infracciones de la NCAA defienda su situaci¨®n diciendo "que la UMass estaba en una posici¨®n de ventaja con respecto a otras universidades" por esos 252 d¨®lares indebidos. "Entender¨ªa la situaci¨®n si mis compa?eros hubieran sido pagadas bajo cuerda para jugar en nuestro equipo, pero no tiene nada que ver con eso", concluye. El hecho es que los deportistas que viven fuera del campus reciben una asignaci¨®n que corresponde con lo que cuesta la habitaci¨®n para que puedan costearse el alquiler. Cualquier otro destino no est¨¢ autorizado. Yrazusta tiene claro que "las jugadoras no pueden estar por encima de la ley" y s¨®lo pide justicia. De momento, tienen el apoyo de la organizaci¨®n del tenis universitario, de muchos medios nacionales e internacionales e incluso de un senador de Connecticut, Chris Murphy, que quiere hacer algo para proteger a los deportistas.?