Tit¨¢n Nadal: de un 0-6 a las semifinales del US Open
El espa?ol encaj¨® un rosco en el primer set, se levant¨® y gan¨® en cinco a un gran Thiem. El viernes se enfrentar¨¢ a Del Potro por un puesto en la final.
Pocos, muy pocos tenistas en la historia han sido capaces de sobreponerse a las adversidades con tanta pasi¨®n como Rafa Nadal. Hab¨ªa un runrun de pesimismo alrededor de su duelo de cuartos de final del US Open contra Dominic Thiem. El balear llegaba con la rodilla derecha tocada y dudas en su juego, sin haber completado en el torneo un partido realmente redondo. El comienzo ante el austriaco no hizo m¨¢s que acrecentar la preocupaci¨®n: rosco de entrada. Hab¨ªa encajado cuatro en 14 temporadas y solo pudo remontar en una ocasi¨®n, el a?o pasado ante Kohlschreiber en la tercera ronda de Miami (en sets intermedios le han colocado diez m¨¢s). Cualquier otro jugador, tras ganar ¨²nicamente siete puntos en ese aciago arranque, dif¨ªcilmente habr¨ªa podido reponerse ante un rival como Thiem, violentamente agresivo y preciso como un reloj suizo, como el mejor Federer con su rev¨¦s a una mano. Pero Nadal lo hizo. Gan¨® las dos siguientes mangas, perdi¨® la tercera en el tie break y sentenci¨® en la ¨²ltima, en otro desempate: 0-6, 6-4, 7-5, 6-7 (4) y 7-6 (5). Cuatro horas y 49 minutos de ¨¦pica batalla, la m¨¢s larga hasta ahora del torneo. Su rival por un puesto en la final ser¨¢ de nuevo Juan Mart¨ªn del Potro, como este mismo curso en Roland Garros y el pasado en el US Open.
El n¨²mero uno del mundo, que lo seguir¨¢ siendo cuando salga de Nueva York y tiene bastantes posibilidades de llegar como l¨ªder al Masters, alcanza por s¨¦ptima vez las semifinales del torneo estadounidense y lleva 29 entre todos los Grand Slams, con las que adelanta a Lendl (28) y se coloca cuarto en la lista hist¨®rica de la Era Open tras Federer (43), Djokovic (32 de momento) y Connors (31). Thiem, que jug¨® de maravilla, dif¨ªcilmente tendr¨¢ una oportunidad tan clara de batir a Nadal en un gran campeonato. Hasta ahora hab¨ªa salido escaldado tres veces en Roland Garros, pero en el primer enfrentamiento en pista dura plant¨® cara y de qu¨¦ manera. Su despliegue fue fant¨¢stico y al final cay¨® por peque?os detalles, por algunos regalos que no se le pueden hacer a alguien como Rafa, un animal competitivo que se defiende como nadie y nunca se rinde.
No lo hizo tras ese 0-6 inicial. En el segundo set tom¨® ventaja para ponerse con 5-3 y saque. Thiem la arruin¨®, pero el de Manacor volvi¨® a quebrarle y el famoso "vamos" reson¨® en la repleta Arthur Ashe, en mitad de un calor sofocante, aunque no tan h¨²medo con el lunes cuando cay¨® Federer. El tercer parcial fue un punto de inflexi¨®n, porque Nadal fue a remolque y evit¨® que su rival se adelantase con 5-4 y servicio. Con tres juegos seguidos a su favor le levant¨® la liebre y parte de la moral. El jugador nacido en Wiener Neustadt podr¨ªa haberse hundido del todo, pero a¨²n tuvo arrestos para seguir en pie, recuperar su potente juego y resistir en la cuarta manga hasta un desempate en el que fue mejor.
El encuentro se aboc¨® a un quinto set dram¨¢tico, cerca de las cuatro horas de pelea y superada con creces la medianoche neoyorquina. En el quinto juego, Nadal dispuso de dos bolas de break (15-40), pero no las aprovech¨®. Thiem aguantaba como un jabato, con fuerza, personalidad y madurez a sus 25 a?os, siete menos que su oponente, que pese a la diferencia tampoco demostraba agotamiento. Dos titanes frente a frente. "Vamos, Rafa", dec¨ªa en castellano el actor Ben Stiller (Algo pasa con Mary, Zoolander...) desde el palco del espa?ol. Pero su hu¨¦sped tir¨® un 0-40 con 5-5 y despu¨¦s no hubo m¨¢s remedio que dirimir la suerte del choque en otro desempate. Alguien ten¨ªa que ganar y lo consigui¨® Nadal por el canto de un duro, porque a su contrincante y buen amigo se le escap¨® un remate en el ¨²ltimo momento. Con 74 golpes ganadores, a cualquier otro quiz¨¢ le hubiera pasado por encima, pero ten¨ªa enfrente a una leyenda. Al final, el vencedor salt¨® la red y los dos se abrazaron como p¨²giles tras un combate, sujet¨¢ndose para mantenerse en pie tras haber ofrecido un espect¨¢culo inolvidable.