And¨²jar barre a Edmund, gana su 4? t¨ªtulo y sube 1.670 puestos en dos meses
El conquense, que pas¨® un calvario de lesiones y operaciones en el codo derecho, se impuso al brit¨¢nico, semifinalista en Australia, y gana por 3? vez el GP Hassan II.
La de Pablo And¨²jar es una de esas historias de superaci¨®n que engrandecen el deporte, en este caso el tenis. El conquense de 32 a?os pas¨® un calvario de lesiones y operaciones en el codo derecho entre 2014 y 2017 que le hicieron pensar incluso en la retirada. Sigui¨® adelante y ahora ha demostrado que a¨²n tiene muchas cosas que decir en el circuito ATP. Llevaba tres a?os sin llegar a una final y se meti¨® en la del Grand Prix Hassan II de Marrakech tras ganar el s¨¢bado a Vatutin, por la ma?ana, y a Sousa, por la tarde, de una tacada. Y este domingo ha pasado por encima nada menos que de Kyle Edmund, brit¨¢nico de 23 a?os, n¨²mero 26 del mundo y semifinalista del pasado Abierto de Australia: doble 6-2 en 82 minutos.
Ven¨ªa de ganar el ATP Challenger de la JC Ferrero Equelite en Alicante la semana pasada (venci¨® al prometedor australiano de origen espa?ol Alex de Mi?aur) y en febrero hab¨ªa roto a llorar tras sumar su primer triunfo ATP en dos a?os, ante el austriaco Melzer en R¨ªo de Janeiro, despu¨¦s de haber iniciado el a?o con tres derrotas consecutivas. La inactividad le coloc¨® oficialmente en el n¨²mero 1.764 del escalaf¨®n (16 de octubre de 2017) e incluso m¨¢s abajo, en el 1.824 hace solo dos meses (12 de febrero de 2018), aunque jugaba con ranking protegido 105 por su lesi¨®n. Hace dos semanas era el 598 y de Marrakech saldr¨¢ como 154. Ha recuperado 1.670 puestos en dos meses. Su tope fue el 32 en julio de 2013.
Con el cuarto t¨ªtulo de su carrera, el tercero en el GP Hassan II (el otro lo gan¨® en Gstaad, todos en tierra), se ha convertido en el m¨¢s laureado del torneo y en el jugador con ranking m¨¢s baj¨® (355) que levanta un trofeo desde Lleyton Hewitt en 1998, cuando gan¨® el de Adelaida con 16 a?os y como 550.?
Experiencia contra potencia
And¨²jar plante¨® la final, la primera que disputaba Edmund en su carrera, con la idea clara de no dejar que el brit¨¢nico dominar¨¢ el partido con su saque y su derecha. El ingl¨¦s nacido en Johannesburgo llegaba al duelo con un 83% de puntos obtenidos con primeros y un 90% de juegos ganados con su servicio. Convert¨ªa la tierra batida en pista dura. Pero enfrente ten¨ªa a un especialista, un experto en arcilla que se movi¨® fenomenalmente, busc¨® el rev¨¦s de su rival y le atraj¨® a la red, un terreno que a este se le antoj¨® proceloso y donde no se desliz¨® bien.
El comienzo, con dos breaks consecutivos de Pablo, marc¨® el devenir del partido. Y la segunda manga arranc¨® con un 2-0 para el espa?ol, resuelto a no dejar reaccionar a su rival. El 67% de primeros saques de And¨²jar contra el inusual 54% de Edmund fue otra de las claves. ?