Wozniacki vuelve a ser n¨²mero uno con su primer Grand Slam

Era una cara o cruz, un todo o nada entre dos jugadoras bravas que nunca hab¨ªan ganado un Grand Slam. Vidas paralelas, dos finales perdidas cada una. La vencedora se iba a llevar la alegr¨ªa de su vida y la derrotada, una nueva decepci¨®n. Y fue Caroline Wozniacki la que sonr¨ªo. La danesa, defensora f¨ªsicamente incre¨ªble, encarril¨® el partido, luego se lo complic¨® y acabo por remontarlo para ganar en tres sets a una desconsolada Simona Halep: 7-6 (2), 3-6 y 6-4 en 2 horas y 53 minutos de partido. La n¨²mero uno del mundo cedi¨® su trono con honor a Wozniacki, que a sus 27 a?os vuelve a lo m¨¢s alto del ranking, seis despu¨¦s de la primera vez (el margen de tiempo m¨¢s largo de la historia), y obtiene por fin un gran t¨ªtulo tras 43 intentos. Ambas pelearon por el trofeo de milagro, tras levantar puntos de partido en anteriores rondas, algo que no hab¨ªa pasado nunca en la Era Open. Pero llegaban en forma: la perdedora, invicta (11-0), y la nueva reina, casi (10-1).

Wozniacki quer¨ªa mantener a Halep alejada de la ¨¦pica lucha que la motiva y sali¨® a por todas, con una declaraci¨®n de intenciones en forma de 3-0. Buenos saques y poco riesgo fueron los argumentos de la danesa ante la rumana, que tard¨® en despertar. Cuando lo hizo, tuvo tiempo de igualar el partido. Con un punto m¨¢s de intensidad en sus ataques, ech¨® un pasito para atr¨¢s a Caroline, como hab¨ªa hecho en cuartos de final Carla Su¨¢rez tras encajar un rosco en el primer set. Y lo hizo bien, pero en la muerte s¨²bita fue sobrepasada ampliamente.

Halep ten¨ªa que seguir moviendo de un lado a otro a Wozniacki para debilitar su resistencia e intentar concentrarse para sacar adelante sus servicios. Eso pese al bullicio que montaron las gaviotas que vinieron a ver la final desde Santa Kilda. A 31 grados y con un 57% de humedad, tuvieron que tomarla la tensi¨®n y el pulso, pero poco a poco lo fue consiguiendo, hasta que en el momento adecuado logr¨® un oportuno break para ponerse 5-3 y con turno para ganar el parcial. Lo hizo y no era f¨¢cil, porque la jugadora de origen polaco la hab¨ªa presionado al resto y estaba sacando bien, con buenos porcentajes de puntos ganados con primeros. Pero esa fortaleza tambi¨¦n disminuy¨®. Halep arriesg¨® m¨¢s, hasta el punto de cometer el doble de errores no forzados que su oponente, y merec¨ªa al menos pelear por la esquiva gloria en un ¨²ltimo set.

Desenlace inestable y emocionante

Entonces Wozniacki revivi¨® y amenaz¨® con otra escapada como la de la primera manga. Pero esta vez Halep la detuvo antes. En un juego largo y con varias igualdades, la fan del estilo de Justine Henin se agarr¨® al partido con otra rotura. Lo hizo anulando una subida de Caroline con un derechazo bajo¡­ y gracias a una doble falta de la coqueta jugadora de Odense. Lejos de hundirse, Wozniacki atac¨® y se adelant¨® de nuevo (1-3). El partido hab¨ªa entrado en una fase de nervios e inseguridad de las dos aspirantes, m¨¢s c¨®modas al resto que con un servicio que no supieron mantener. Una deriva que beneficiaba m¨¢s a la danesa, que hab¨ªa empezado el set sacando.

Halep cort¨® la racha de cuatro juegos resueltos con break tirando buenos ¨¢ngulos y se lanz¨® a por la victoria. Estaba a solo dos juegos de tocar el cielo, pero le ocurri¨® como en las dos oportunidades que tuvo en Roland Garros 2014 y 2017. Wozniacki se erigi¨® majestuosa con defensas ag¨®nicas, remont¨® y, vencedora de un intercambio para el recuerdo, amedrent¨® a su rival para que estrellara la ¨²ltima bola en la red. Ya tiene su gran t¨ªtulo. Halep tendr¨¢ que esperar a una cuarta final.