Final so?ada: Nadal-Federer
El domingo (09:30), Nadal reeditar¨¢ el cl¨¢sico con el suizo tras ganar a Dimitrov 6-3, 5-7, 7-6 (5), 6-7 (4) y 6-4 en una batalla tremenda que dur¨® casi cinco horasNadal - Berdych en directo: Open de Australia 2019 en vivo
Hac¨ªa tanto tiempo... 965 d¨ªas. O lo que es lo mismo, 138 semanas. O 32 meses. O m¨¢s de dos a?os y medio. Se cuente como se cuente, demasiado tiempo sin ver a Rafa Nadal en la final de un Grand Slam. Fue en Roland Garros 2014 y acab¨® ganando el ¨²ltimo de sus 14 'grandes'. Echando paladas de tierra sobre los que pretend¨ªan enterrarle, despu¨¦s de derrotar en un partido al borde del infarto a Grigor Dimitrov por 6-3, 5-7, 7-6 (5), 6-7 (4) y 6-4 en 4h:56, discutir¨¢ este domingo (09:30 horas) el t¨ªtulo en Melbourne reviviendo el cl¨¢sico contra Roger Federer. La final so?ada. La de los resucitados. Uno con 30 a?os y tras dos meses y medio parado por una lesi¨®n en la mu?eca izquierda y otro de 35 y tras purgar seis meses de inactividad por problemas en una rodilla.
Pero romper tanto tiempo de espera no pod¨ªa ser f¨¢cil. Nadal tuvo que resolver la semifinal ante el b¨²lgaro en una batalla llevada al l¨ªmite, como en los viejos tiempos, que se decidi¨® en un quinto set brutal, angustioso, con un break en el noveno juego. Saliendo de las cuerdas, porque lleg¨® a estar 3-4 y 15-40 en contra. Con golpes maravillosos, con Dimitrov ganando puntos hasta de espaldas y con Nadal levantando a la grada con manotazos imposibles. "?Vamos, vamos, vamos!", gritaba para insuflarse fuerza. Todav¨ªa necesit¨® de tres bolas de partido al saque para ganar en un partido inolvidable. Se tir¨® al suelo boca abajo y volvi¨® al para¨ªso. Est¨¢ donde quer¨ªa. Donde sab¨ªa que podr¨ªa volver.
Rafa Nadal mostr¨® ante el n¨²mero 15 del mundo, de 25 a?os y que se presentaba en la segunda semifinal de cach¨¦ de su carrera tras Wimbledon 2014, la determinaci¨®n que le ha hecho volver a provocar temblores en el vestuario. Cuando se vio por abajo, tir¨® de coraz¨®n. De entrada, el esquema estaba claro y le hab¨ªa dado resultado siempre. Envi¨® al b¨²lgaro de fino rev¨¦s a una mano (el mismo que luce el suizo...) bombas a ratos altas y a ratos muy profundas para incomodarle. Y se llev¨® el primer parcial como un cicl¨®n.
Pero el segundo set lo disputaron los dos subidos en un carrusel emocional. Un Dimitrov de dulce se aprovech¨® de la falta de profundidad de los golpes de Nadal, que perdi¨® fuelle (lleg¨® con m¨¢s de diez kil¨®metros a la semifinal), y de los fallos con un arma que le hab¨ªa hecho menos vulnerable, el segundo saque. Gan¨® s¨®lo un 29% (4/14) de puntos con segundos. Tras remontar dos breaks, el espa?ol neutraliz¨® cuatro bolas de set con 4-5 en un juego que se extendi¨® m¨¢s de diez minutos. Pero el b¨²lgaro persever¨® y a la quinta bola logr¨® la rotura definitiva (5-7).
Con menos chispa en las piernas y en los golpes, en el tercer parcial cobr¨® sentido la frase que dijo hace tiempo Toni Nadal: "Rafa es posiblemente el jugador que m¨¢s partidos gana jugando mal". Estaba solo un puntito por debajo del nivel de otros d¨ªas. Tocaba apretar. Se puso por delante (3-2) y se dej¨® igualar (3-3). Pero en la muerte s¨²bita tir¨® de experiencia y sangre f¨ªa. Se present¨® en el trance con 333 tie-breaks a sus espaldas y un 60% de efectividad, por los 169 del b¨²lgaro (44%). Y no se le encogi¨® el brazo.
Pero Dimitrov no hab¨ªa dicho su ¨²ltima palabra. Con los dos enchufad¨ªsimos, elevando el nivel de juego a una intensidad ag¨®nica, el b¨²lgaro consigui¨® aguantar hasta otro desempate que jug¨®, esta vez s¨ª, como un veterano (4/7), ajustando bolas con precisi¨®n milim¨¦trica que hicieron necesario tirar del Ojo de Halc¨®n. Tocaba seguir sufriendo camino de las cinco horas y de la medianoche.
Federer deb¨ªa frotarse las manos en su hotel mientras les ve¨ªa irse a un quinto set. Sin posiblidad de tie-break. Ah¨ª se mataron a palos Nadal y Dimitrov. Pero como casi siempre, en la frontera del asalto definitivo, en ese en el que los boxeadores miran de frente a la muerte, el espa?ol tuvo m¨¢s aguante. Y levant¨® los brazos. El cl¨¢sico Nadal-Federer est¨¢ servido. No se daba en una final de Grand Slam desde Roland Garros 2011. 2.066 d¨ªas. 295 semanas. 68 meses. M¨¢s de cinco a?os y medio. Demasiado tiempo, s¨ª. Mereci¨® la pena la espera.