Una historia de princesas rebeldes en Wimbledon
La industria de la moda siempre ha mirado de reojo a las tenistas, que, desde los modelitos de 1971 hasta los actuales, han generado opiniones encontradas. Muguruza-Kerber en directo
El tenis femenino ha crecido much¨ªsimo en sus casi 50 a?os de historia. Quiz¨¢s ninguna de las componentes del denominado ¡®Original 9¡¯ lleg¨® a imaginar nunca que aquellos simb¨®licos contratos de un d¨®lar firmados con el editor Heldman Gladys dar¨ªan lugar a las cifras de negocio y de reconocimiento mundial alcanzadas por la WTA, que en 2005 lleg¨® a repartir 88 millones de d¨®lares gracias al patrocinio global de Sony Ericsson.
El sue?o de Billie Jean King, Rosemary Casals, Nancy Richey, Kerr y Melville, Peaches Bartkowicz, Kristy Pigeon, Judy Dalton, Valerie Ziegenfuss y Julie Heldman es hoy una realidad. Hoy son millones las mujeres que ven en el tenis una oportunidad para ganarse la vida y un ejemplo de paridad con el hombre. Desde 2007, Roland Garros y Wimbledon adoptaron el camino antes emprendido por el US Open y el Abierto de Australia, y reparten la misma cantidad de dinero en el torneo masculino y femenino.
Desde sus inicios, la industria de la moda mir¨® de reojo a las tenistas, consciente del potencial que estas ten¨ªan para la expansi¨®n de su marca. Basta con echar un vistazo a los cortos modelitos, aunque a¨²n cl¨¢sicos, lucidos por Julie Heldman, Virginia Wade y Helen Gourlay en el Wimbledon de 1971. Chris Evert ya explot¨® al m¨¢ximo su belleza y feminidad durante su larga y exitosa carrera deportiva. La ¡®novia de Am¨¦rica¡¯, que levant¨® ampollas entre algunas de sus rivales, encontr¨® en Navratilova a su gran rival y su contrapunto est¨¦tico. Tras ella fueron referencia de belleza otras estilizadas tenistas como la argentina Gabriela Sabatini o Steffi Graf.
Tras los decenios dorados del tenis femenino, vividos a caballo entre las dos ¨²ltimas d¨¦cadas del siglo XX y parte del XXI, la WTA atraviesa en lo deportivo un periodo de luces y sombras por la inconsistencia de sus estrellas. Ni Sharapova, ni Wozniacki, ni Ivanovic, por citar a algunas de las n¨²meros unos m¨¢s conocidas, cuentan con el carisma y el esp¨ªritu competitivo de las Evert, Navratilova, Graf, Seles, S¨¢nchez Vicario, las belgas Henin y Clijsters o las hermanas Williams.
En su empe?o de competir con el circuito masculino, prioritario para los intereses de la dominante televisi¨®n y reverdecido por la fabulosa rivalidad Nadal-Federer, el tenis femenino encontr¨® la respuesta profundizando en el negocio de la belleza. Una apuesta por el glamour que ha aumentado sensiblemente los ingresos televisivos y ha multiplicado exponencialmente los ingresos por publicidad, a cambio de cierta p¨¦rdida de competitividad.
Las marcas de equipamiento deportivo hace a?os que incorporaron a dise?adores de prestigio para dar un toque distintivo a sus creaciones. ¡°En Adidas contamos con la dise?adora Stella McCartney (hija del exbeatle). Las tenistas colaboran en el dise?o y en el desarrollo del producto en la central de Herzogenaurach¡±, explica Alejandro Alc¨¢zar, de Adidas Espa?a. ¡°Se intenta captar a los talentos de j¨®venes para que se sientan parte de la marca. Lo que se busca es que sean buenas jugadoras, aunque suelen tener figuras muy estilizadas que son muy? agradecidas con los dise?os¡±, apunta.
Este giro se inici¨® a mediados de los noventa, con las numerosas ¡®lolitas¡¯ llegadas del este de Europa, y tuvo a la rusa Kournikova como gran detonante. La hoy modelo y novia de Enrique Iglesias se convirti¨® en la jugadora m¨¢s popular del circuito sin ganar un t¨ªtulo profesional. ¡°Grandes jugadoras est¨¢n y han estado con nosotros. Ahora Wozniacki o Ivanovic, antes Martina Hingis, Anna Kournikova o Justine Henin. Aunque probablemente la m¨¢s importante haya sido Steffi Graf¡±, afirman con orgullo desde Adidas global. La realidad es que ahora es raro ver a una tenista top que no desfile en alg¨²n hueco de su calendario, no tenga una l¨ªnea personalizada de ropa, no cuente con sugerentes propuestas publicitarias o no haya protagonizado alguna portada de revista.
Aunque ellas b¨¢sicamente piden ¡°comodidad y la mayor transpirabilidad¡±, tambi¨¦n ¡°quieren sentirse guapas dentro de la pista¡±. ¡°Wozniacki es una de las que va m¨¢s arreglada¡±. Desde hace tiempo se llevan los complementos personalizados como bolsos, calzado y raqueteros y son muchas las que saltan a la pista algo maquilladas y luciendo anillos, cadenas o pendientes. M¨¢s cancha para que las marcas se vuelquen con ellas.
Hasta la propia WTA ha explotado el atractivo de su producto con sesiones fotogr¨¢ficas para la promoci¨®n de torneos y del circuito. Basta echar un vistazo a las fotos de los perfiles de su p¨¢gina web o a los v¨ªdeos de su canal en Youtube.
Sharapova, la reina de oro. En la lista de deportistas mejor pagadas de la revista ¡®Forbes¡¯, Sharapova es una de las fijas. Por ejemplo, entre junio de 2010 y junio de 2011, Sharapova ingres¨® 17,6 millones de euros entre fijos, premios y fundamentalmente patrocinios. Todo ello a pesar de que la ahora suspendida estaba entonces saliendo del pozo tras estar parada casi un a?o por una lesi¨®n en su hombro que la oblig¨® a pasar por el quir¨®fano. Durante su ausencia en las pistas, nunca dej¨® de coquetear con numerosas pasarelas y alfombras rojas. Como imagen de Nike, la rubia de oro renov¨® su contrato en 2010, por 8 a?os y un montante de 50 millones de euros. Un contrato al que se llegaron a unir Head, Evian, Clear, Sony Ericcson, Tiffany o Tag Heuer. Con sus 188 cent¨ªmetros de glamour, la n¨²mero uno rusa pos¨® en su d¨ªa en ba?ador para ¡®Sports Illustrated¡¯. Compatibilizando el tenis con la publicidad y la pasarela sale muy rentable.
Las Williams, del gueto a la moda. Especial menci¨®n merecen las hermanas Williams, aut¨¦nticas pioneras en el circuito en hacer incursiones en la industria de la moda deportiva. Tras lucir algunas de las indumentarias m¨¢s impactantes de la historia del tenis, han pasado de colaborar con la industria de la moda a ser parte de ella. Han sido imagen de Reebok, Puma y Nike, y juntas protagonizaron la portada de la revista ¡®Elle¡¯, all¨¢ por 2000, para la que posaron con modelos de alta costura de Ralph Lauren, Azzedine Ala?a o Calvin Klein. Venus, que en su d¨ªa firm¨® un contrato con Reebok de 45 millones de d¨®lares, hoy cuenta con su propia marca de ropa (Eleven, elevenbyvenus.com), en la que da rienda suelta a su otra pasi¨®n: el dise?o.
Melbourne, pasarela principal. En los ¨²ltimos a?os, ning¨²n torneo de Grand Slam, ni siquiera Wimbledon, ha estado exento de modelos atrevidos y llamativos para regocijo de los fot¨®grafos. Aunque quiz¨¢s sea el Open de Australiano, que se celebra en el caluroso verano austral, el que ha dejado las im¨¢genes m¨¢s impactantes.
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