MASTERS 1.000 CINCINNATI
Federer vence a Ferrer y gana un Masters 1.000 dos a?os despu¨¦s
Derrot¨® por 6-3, 1-6 y 6-2 al espa?ol (16-0 ya en el cara a cara) para alzar el sexto t¨ªtulo en Cincinnati y el 80 de su carrera a una semana del US Open.

¡°Si el tenis es una religi¨®n, Federer es Dios¡±, rezaba una pancarta en el coliseo de cemento de Lindner Family Tennis Center de Cincinnati. Y el suizo, due?o de 17 ¡®grandes¡¯ con 33 a?os reci¨¦n cumplidos, ofici¨® en una de sus catedrales para ganar por sexta vez el Masters 1.000 de Ohio, el 22? de esta categor¨ªa y el t¨ªtulo 80 de su carrera. Derrot¨® a David Ferrer por 6-3, 1-6 y 6-2 en 1 horas y 42 minutos.
Sin embargo, ese Dios del tenis ya no desprende un aura n¨ªtida. Se present¨® con un 15-0 en el cara a cara y tras un primer set con tramos fabulosos, con la ¡®receta Edbeg¡¯ de saque y volea, altern¨® otros humanos. Por ejemplo, Ferrer le regal¨® un ¡®autobreak¡¯ con dos dobles faltas en el octavo juego y luego el tres del mundo le ofreci¨® cuatro oportunidades de rotura que supo neutralizar al cabo.
En el primer juego de la segunda manga, Federer no aprovech¨® tres bolas de rotura y Ferrer se march¨® con valent¨ªa, pero con control, hasta el 5-0. Con 16 errores no forzados, el suizo volv¨ªa a mostrarse como ese tenista que se hab¨ªa olvidado de ganar. Este a?o triunf¨® en Halle y Dubai, pero hab¨ªa cedido las finales de Wimbledon y de tres Masters 1.000: Montecarlo, Indian Wells y Toronto.
Ferrer se situ¨® en disposici¨®n de conseguir su primera victoria sobre Federer. ¡°?Vamos que puedes!¡±, se gritaba. Pero la divinidad baj¨® al cemento para lanzar golpes ganadores. La rotura lleg¨® con 3-1 y ya no retorn¨® a su versi¨®n ramplona. El suizo alz¨® los brazos con el 6-2 y rompi¨® una mala racha de dos a?os sin ganar un Masters 1.000. El US Open, donde ha ganado en cinco ocasiones, asoma el 25 de agosto. Con Nadal entre algodones, Djokovic despistado y un Federer, pese a las lagunas, enchufado.