Federer fue un maestro ante un Nadal cansado

Antes de empezar la final de la Masters Cup se registr¨® una curiosa escena: ya en la pista turquesa del Arena de Greenwich, los ecos del Gimme Shelter de los Rolling Stones disfrazaban una peque?a disputa de Roger Federer con Tom Barnes, el supervisor de la ATP en el torneo. Federer, justo como hab¨ªa hecho en la final del Masters de Madrid, en 2009, hab¨ªa entrado primero en la pista y se hab¨ªa sentado en la silla te¨®ricamente destinada a Nadal. Barnes dijo a Roger que deb¨ªa cambiarse de sitio. Pero Federer se neg¨® y, como en Madrid, se qued¨® donde estaba: ?control de situaci¨®n?

Y ah¨ª empez¨® una final que casi reprodujo en todo aquella de la Caja M¨¢gica. En 2009, Nadal perdi¨® ante Federer la final de Madrid al d¨ªa siguiente de saldar con Novak Djokovic una terrible semifinal de cuatro horas y tres minutos. Ahora, Nadal llegaba de otro combate a ¨²ltima sangre en semifinales: tres horas y once minutos necesit¨® Rafa para sobrevivir al asalto de Murray, el s¨¢bado, antes de que Federer pasara por encima de un Djokovic con la mente en la final de la Copa Davis.

Gran Roger.

Adem¨¢s del desgaste, Nadal ten¨ªa que lidiar con tantos elementos adversos casi como la Armada Invencible: esa pista pesada, densa, casi como de corcho, que esponja el bote de la bola y rebaja los efectos liftados de la derecha cruzada de Nadal. As¨ª, Federer pod¨ªa tirar su rev¨¦s en mucha m¨¢s zona de confort que en otra situaci¨®n ante Nadal. Y adem¨¢s, estaba el propio Federer: sirviendo y atacando de lujo, Roger gan¨® el 92% de puntos con primeros saques y tir¨® once reveses ganadores. ?Un Nadal m¨¢s descansado y activo podr¨ªa haber detenido a este Federer Express? No se sabr¨¢.

En 32 minutos, Federer liquid¨® el primer set: 6-3. Pero Nadal aprovech¨® un t¨ªpico despiste de Roger, un par de juegos sirviendo el 25% de primeros saques, para arrebatar el segundo set con un solo break: 6-3, en 34 minutos, primer set que Nadal gana en su carrera a Federer, en un partido en pista cubierta.

Ol¨ªa a batalla en el set final. Pero ah¨ª se despist¨® Nadal, falto de "continuidad y frescura", seg¨²n ¨¦l mismo. Fue en el cuarto juego, con 2-1 para Federer y 40-15 para Nadal. M¨¢s y m¨¢s cansado, Rafa perdi¨® concentraci¨®n. Federer, que olfatea sangre a la primera gota, carg¨® con todo, quebr¨® servicio para 3-1, resisti¨® para firmar el 4-1 y tras una hora y 37 minutos de acci¨®n, Rafa Nadal ca¨ªa por primera vez ante Federer, justo desde aquella final de Madrid 2009: 6-3, 3-6, 6-1. "No le estropeo las vacaciones a Rafa: su temporada ha sido una de ¨¦sas con las que todos so?amos", proclam¨® Roger, desde el centro de la pista. Ya. Pero, por si las moscas, ¨¦l se hab¨ªa sentado en la silla de Rafa Nadal, de tanto que la deseaba y la desea: aunque aqu¨ª gan¨® Federer, esa silla sigue siendo, de momento, la del n¨²mero uno. Nadal, por supuesto.