El caramelo envenenado
Antes de un gran campeonato de baloncesto, las c¨¢balas y las conjeturas se disparan con el cuadrante en la mano: ¡°Si acabamos primeros de grupo, nos podemos cruzar con tal o con cual¡±. A veces las cuentas no salen, como en aquellos Juegos Ol¨ªmpicos de Atenas 2004 que depararon un emparejamiento diab¨®lico con Estados Unidos y el inspirado Marbury. Pero, salvo alguna sorpresa, como la que ha rozado Bosnia, lo normal es atinar con la previsi¨®n. Antes del Eurobasket, con ese cuadro a la vista, s¨®lo exist¨ªa una certeza: el rival de la Selecci¨®n en octavos iba a ser muy duro, s¨ª o s¨ª. Espa?a se cruzaba con el grupo B, el denominado grupo de la muerte, que albergaba a cuatro aspirantes a medalla. A la Eslovenia de Doncic y a la musculada Francia no quer¨ªamos verlas ni en pintura. El mejor supuesto era ganar a Turqu¨ªa, el oponente m¨¢s serio de la primera fase, para acabar l¨ªderes y esperar a Alemania o Lituania, dos ogros que intimidan un poco menos. S¨®lo un poco. Contra Alemania en Berl¨ªn tampoco hab¨ªa muchas ganas... As¨ª que s¨®lo quedaba Lituania. ?Bingo!
Tener que jugar contra Lituania en unos octavos, tampoco es para sacar los matasuegras. Como dice Sergio Scariolo: ¡°Da un poco de risa que llegue cuarta de grupo¡±. Pero, con todo respeto, tambi¨¦n era la mejor opci¨®n que asomaba en el horizonte. Si Espa?a juega el pr¨®ximo s¨¢bado ante la Lituania de Valanciunas y Sabonis como lo hizo este mi¨¦rcoles ante la Turqu¨ªa de Larkin y Sengun, hay posibilidades objetivas de superar la eliminatoria. Ese ha sido un efecto del ¨²ltimo partido, que la Selecci¨®n llega a la siguiente ronda con el subid¨®n. Ya puestos, seguro que m¨¢s de uno ha proyectado las conjeturas m¨¢s all¨¢, a los cuartos de final, donde, visto el cuadrante, el rival deber¨ªa ser incluso m¨¢s sencillo¡ Pero no adelantemos acontecimientos. Ahora toca Lituania¡ La deseada Lituania. Un caramelo envenenado.