Las Ratas

El maestro Don Miguel Delibes, describ¨ªa perfectamente en su novela ¡°Las Ratas¡± al personaje del Furtivo, el cual se me vino a la cabeza uno de estos d¨ªas, al ver una publicaci¨®n viral en redes sociales, con un fulano al que le pillan con las manos en la masa. Me refiero al sujeto como ¡°fulano¡± ya que ni es se?or y, ni mucho menos cazador. Es un delincuente que se salta toda ¨¦tica y moral por cuatro perras sin pensar en el da?o que puede llegar a hacer a nuestra fauna y a nuestros montes.

Como en todos los sectores, el de la caza tambi¨¦n tiene sus sombras. No es un mundo de color de rosa, aunque muchas veces nuestra pasi¨®n nos hace transmitir esa sensaci¨®n con nuestras palabras. Por supuesto que no es as¨ª.

Sin duda alguna, la sombra m¨¢s grande y que tanto da?o nos hace a todo el colectivo, es el mal llamado ¡°cazador furtivo¡±, y digo mal llamado porque ser furtivo no es ser cazador, pero ?cu¨¢nto nos compromete a todos los cazadores! Un mal, que s¨ª tiene soluci¨®n. A d¨ªa de hoy, por fortuna, tiene multas administrativas y penales.

Tal vez, sea una cultura mal transmitida en d¨¦cadas pasadas que, para muchos, puede que no est¨¦ mal visto; incluso puede ser rom¨¢ntica la figura de ese cazador ¡°por necesidad ¡°que se echaba al monte para poder conseguir alimento y pieles para los suyos robando las piezas a grandes terratenientes. Eso era ¡°el hambre¡±, algo a que actualmente queda muy lejos de la realidad.

En la actualidad, esa figura rom¨¢ntica ya no existe. El furtivismo va ligado generalmente a la codicia de un trofeo y siempre a un negocio econ¨®mico ilegal. Esto es la lacra que tenemos en el mundo de la caza, en el que todo nuestro trabajo y toda nuestra pasi¨®n son destruidos cada vez que una noticia salta a los medios de comunicaci¨®n y redes sociales que se ha detenido a un cazador furtivo. No, un furtivo no es un cazador.

Como he comentado anteriormente, es un mal que tiene soluci¨®n y en nuestras manos est¨¢, siendo los cazadores los que denunciemos estos delitos. No podemos callar o mirar hacia otro lado cada vez que alguien presume de haber abatido una pieza il¨ªcita o fuera de temporada en cualquier finca espa?ola, sea de quien sea su propiedad.

Tenemos el deber y la obligaci¨®n como cazadores ir de la mano junto al Seprona o Agentes Forestales para denunciar estos delitos y prevenirlos.

A los que llegados a este punto est¨¢n pensando que he perdido la cabeza, les repito que no podemos decir que cuidamos y conservamos la naturaleza cuando somos c¨®mplices en silencio de criminales que destruyen nuestra fauna. El patrimonio natural nos corresponde a todos y no podemos consentir que los desalmados que ofrecen abatir piezas sin permisos tanto como los que pagan por ello, salgan impunes.

Durante toda la vida me han ense?ado a tener respeto a un animal, no a un trofeo. Me han inculcado que la caza es esfuerzo, no tirar a un animal desde un coche fareando; a que unas veces se gana y otras se pierde: no siempre el lance es una victoria. Me educaron para no dejar huella de cada paso que daba en el campo. Me ense?aron a respetar las vedas, a cazar sin arma, solo con unos prism¨¢ticos, sin necesidad de tener trofeos colgados en una pared ni medallas de bronce, plata... Ser una parte m¨¢s de la naturaleza y, como a m¨ª, a la mayor¨ªa de los cazadores de este pa¨ªs.

Por ende, desde aqu¨ª, quiero animar a todos los cazadores a terminar con el furtivismo. No permitamos que sea parte del mundo de la caza o lo relacionen con ella. Y, aunque pensemos que cada uno de nosotros solo somos un granito de arena, juntos sumamos m¨¢s hect¨¢reas que monte tiene nuestro pa¨ªs. Que bastante trabas nos ponen ya los que nos gobiernan¡­ No se lo pongamos m¨¢s f¨¢cil, por favor.

¡°El ni?o aborrec¨ªa la muerte, en particular la muerte airada y alevosa, y el Furtivo se jactaba de ser un campe¨®n en este aspecto¡±. Las ratas (Miguel Delibes).

No, un furtivo no es un cazador.

Feliz fin de semana