Otra vez, Espa?a Balompi¨¦

Se especul¨® con un Villamar¨ªn vac¨ªo ante lo que bastantes aficionados del Betis consideraban un desaire: que Luis Enrique no convocara a ning¨²n jugador del vigente campe¨®n de Copa y 5? en LaLiga. Pero Sevilla respondi¨®. No hay que perder el respeto a que m¨¢s de 41.000 aficionados se acercaran hasta el coliseo de Heli¨®polis, apenas d¨ªas despu¨¦s de concluir una temporada repleta de tensi¨®n y emociones para los hinchas verdiblancos, acompa?ados que estaban esta vez en la grada por gente de ciudades vecinas, varias decenas de portugueses y, tambi¨¦n, por un pu?ado de sevillistas sin prejuicios contra el campo del eterno rival.

Quitando esos cuatro desaprensivos que pitaron el himno de Portugal, el resto del estadio bord¨® de nuevo el papel de jugador n¨²mero 12. Palmas por sevillanas, alguna ola, pitos cuando entr¨® la estrella rival, el inesperadamente suplente Cristiano, y ovaci¨®n cerrada al talento local que se march¨® a Barcelona, Gavi. Todo con ese algo especial que desprende Sevilla siempre cuando la visita la Selecci¨®n. Pocos, bastantes o muchos, los aficionados hispalenses adoptan la Roja como un club propio. L¨¢stima que se escapara la victoria.