El Madrid de los Garc¨ªa era una familia
La cita en Casa Juan fue un maravilloso viaje en el t¨²nel del tiempo. De nuevo en Par¨ªs, de nuevo ante el Liverpool. Pero no hay miedo. De hecho, el Madrid inici¨® su leyenda en la Ciudad de la Luz en 1956 ganando la primera edici¨®n de la Copa de Europa ante el Stade de Reims, despu¨¦s de remontar un 2-0 adverso ante los franceses. Ah¨ª empezaron nuestras remontadas imposibles, rematadas este curso de forma memorable e inolvidable ante PSG, Chelsea y City. Pero hablando con Agust¨ªn (porterazo gallego), Rafa Garc¨ªa Cort¨¦s y Antonio Garc¨ªa Navajas (los Garc¨ªa defend¨ªan como leones y sin miedo a nada), Andr¨¦s Sabido (canterano ejemplar al estilo Nacho), Camacho (ese a?o jug¨® de secante de todas las estrellas rivales) y Santillana (el inventor del vuelo sin motor) ta das cuenta de la fuerza de este escudo. Ese Madrid no ten¨ªa dinero para hacer grandes fichajes, pero entre los canteranos, los veteranos y los fichajes nacionales low cost formaron una pi?a dentro del vestuario que era casi indestructible.
En Par¨ªs se perdi¨®, pero que nadie olvide que ese Liverpool era en aquel momento el gran equipo de Europa y que esa noche Boskov se dej¨® llevar por los nombres y aline¨® a Cunningham y Stielike muy mermados f¨ªsicamente. A¨²n as¨ª y con 0-0 en el electr¨®nico, Camacho tir¨® una al palo y otra vaselina que se le fue alta por poco...
Sinceramente, creo que el club deber¨ªa tener un gesto con los componentes de ese Madrid de los Garc¨ªa. Yo los sub¨ªa a un avi¨®n y me los llevaba a la final de Saint Denis. Esta gente supo defender con grandeza la camiseta blanca en momentos donde nadie daba un duro por ellos. Dignificaron el escudo pese a la derrota y llevaron al Liverpool de Bob Paisley al l¨ªmite. Ellos pusieron la semilla que luego ha dado Champions como churros. Los Garc¨ªa son parte de nuestro sagrado ADN.