Del Chanelazo al bajonazo

Tengo que reconocer que termin¨® Chanel y me entraron los nervios. El agobio. ?Y si ganamos? Entonces he recordado que llevaba una semana rara. Lo confieso. Ser¨ªa la COVID, el calor, las alergias, las despedidas, la falta de sue?o. S¨ª, era eso, la falta de sue?o. Me hab¨ªa imaginado muchas veces c¨®mo vivir¨ªa esos d¨ªas si Espa?a aspirara de verdad a ganar el Festival de Eurovisi¨®n. No pegaba ojo. Las anteriores fueron meras ilusiones. M¨¢s ganas que otra cosa. Y David Civera y Rosa (de Espa?a) me pillaron en pleno mayo de hormonas universitarias. Y no las recuerdo bien. ?O fue esa trilog¨ªa de finales de Champions: Madrid-Valencia-Madrid?

Lo cierto es que cuando consegu¨ªa dormir, so?aba con el estilismo de Chanel Terrero en Tur¨ªn. Ese body negro con pedrer¨ªa y la torera. Ese 'SloMo'. Ese reconocible giro inicial. Esos nuevos 45 segundos de perfecci¨®n, de cl¨ªmax, de ¨¦xtasis. De True Fantasy. Y me despertaba. No me lo pod¨ªa crear. Me descubr¨ªa a m¨ª mismo dici¨¦ndome: "?Te imaginas qu¨¦ ganamos Eurovisi¨®n?". Entonces volv¨ªa a la realidad y entraba en la fase negacionista. Ganar es muy dif¨ªcil. Que el Benidorm Fest ha sido una gran idea, s¨ª, y que ha venido para quedarse, tambi¨¦n. Me ven¨ªa a la mente las injusticias de los ¨²ltimos tiempos, que ha habido muchas. Todo ese trabajo que se esfumaba en un momento. Recordaba a Marc Tur, ese espa?ol que perd¨ªa una medalla ol¨ªmpica en los ¨²ltimos metros en los ag¨®nicos 50 kil¨®metros marcha. Y pensaba en Chanel y en todo su equipo. En Espa?a, en el momento de las votaciones. ?Y si a Chanel le pasaba lo mismo? Todo el esfuerzo, en manos de la geopol¨ªtica del Festival. De jurados condicionados. Pero enseguida me ven¨ªa arriba. S¨®lo atinaba a pensar que si hab¨ªa Chanelazo me quedar¨ªa en shock. Un triunfo con la apuesta que siempre hab¨ªa deseado. Sin alardes. Ir, ejecutar, encandilar y ganar. Adi¨®s maldito gafe.

Y lleg¨® el s¨¢bado. El Festival. Estaba Laura Pausini y sus atuendos. Mika. Maneskin. Todo estaba replic¨¢ndose de la misma manera. Chanel impregnaba todo con su esencia. Que m¨¢s da si actuaba despu¨¦s de los anfitriones Italia. Chanel puso a toda Europa patas arriba. El 'interval act' perfecto. La de la Habana no ten¨ªa nada de envidiar a las divas internacionales m¨¢s importantes. Un show de la SuperBowl hist¨®rico. Ya est¨¢, Chanel ol¨ªa a victoria. Una fragancia que Espa?a no cataba desde hace 53 a?os. ?Qui¨¦n se acordaba ahora de Rigoberta, de Tanxugueiras? ?A llorar a la llorer¨ªa!. Todo el mundo raj¨® lo m¨¢s grande de Chanel. Tongazo, dec¨ªan, pero esto es como la lista de Luis Enrique para la Selecci¨®n. Vaya qui¨¦n vaya, habr¨¢ pol¨¦mica, pero una vez bajado el souffle. A tope con Espa?a. A tope con Chanel.

Hablando de souffle, la apuesta de Espa?a y de RTVE puso a todo el mundo en pie rozando las 10 de la noche, pero el destino quiso que pareciera de otra edici¨®n cuando le lleg¨® el turno a Suecia. Que particip¨® con esa mujer que impone con s¨®lo pronunciar su nombre de vencedora: Cornelia Jakobs. Me dije: "Nada, el micr¨®fono de cristal va directo a la cuna de ABBA". Pero aprend¨ª una lecci¨®n, nunca subestimes a la BBC. No se me alteren, que esto no habla de Bale, Benzema y Cristiano. Sino del halo de la cadena p¨²blica brit¨¢nica. Los dos ¨²ltimos puestos consecutivos que llevaban a sus espaldas eran mucho para el orgullo ingl¨¦s. En la ¨²ltima, un rosco, curiosamente como Espa?a. Y los pentacampeones de Eurovisi¨®n sacaron todo su arsenal con Sam Ryder. Un icono en UK crecido en la generaci¨®n del Tik Tok pero que conecta a las mil maravillas con los pioneros eurofans que hicieron grande el Festival. Ese era su sencillo secreto. Y funcion¨®... para el jurado.

El televoto fue de Moldavia, de Serbia y de la vencedora Ucrania. En un Festival en la que no hubo casi ninguna referencia a la invasi¨®n de Ucrania, pero a la hora de votar ah¨ª estuvo. M¨¢s geopol¨ªtica que nunca. No es mala triunfadora pero Reino Unido, Espa?a y Suecia eran mejores. Chanel, esa cubana que adopt¨® Espa?a como suya, estuvo a punto de lograrlo. Flipante. Surrealista. Qu¨¦ locura. Se me acaban los calificativos.

Entonces Espa?a se qued¨® c¨®mo cuando tu equipo pierde la final de un torneo importante. Esa sensaci¨®n de hast¨ªo, de impotencia, de rechazo total. ?No vuelvo a ver Eurovisi¨®n! Que pasados unos minutos se tornan en orgullo, en satisfacci¨®n por haber encontrado el camino correcto. Ahora hay que saber seguirlo en el futuro. Se escapa una gran oportunidad. Es cierto. Chanel ha puesto el list¨®n, muy, muy alto. Con r¨¦cord hist¨®rico de puntos incluido. Todo lo que venga despu¨¦s de Chanel, no nos gustar¨¢. No lo olviden, esto es Espa?a. Italia tard¨® diez a?os en saborear el ¨¦xito desde su deslumbrante regreso en 2011. Se?ora, se?ore, aqu¨ª hay artista. Chanel ya ha escrito su nombre a la altura de Massiel, Salom¨¦, Karina, Mocedades, Betty Missiego, Rosa, Beth, Pastora Soler, Ruth Lorenzo y la siempre olvidada Anabel Conde. Y recuerden, un d¨ªa de mayo de 2022 se invent¨® el Chanelazo pero no se perdi¨® la ilusi¨®n. Venceremos.