Sin excusas, ni pretextos¡ ganar y ganar, y volver a ganar
Pues ya estamos inmersos en el tramo decisivo de la temporada. Entramos en ese momento en el que sobran las palabras y prevalecen los hechos; en el que lo importante es la acci¨®n y lo secundario los argumentos. Llega el momento de entonar y repetir sin soluci¨®n de continuidad la primera conjugaci¨®n del verbo... ganar y ganar, y volver a ganar... como un disco rayado perpetuado en el subconsciente.
Soy de los que ve la botella medio vac¨ªa, s¨ª... pero no me resigno; a¨²n tengo fe en el ascenso directo. El Real Valladolid sigue teniendo en sus manos el objetivo que se marc¨® antes del inicio del campeonato, y aunque esta temporada est¨¦ siendo de sobresaltos, y haya venido marcada por la irregularidad, hoy no podemos dejar de creer. Hemos desaprovechado unas cu¨¢ntas oportunidades, pero estamos vivos; salimos con mucha vida de Miranda y ahora nos toca ir poniendo picas en Flandes empezando por la batalla del pr¨®ximo lunes. Es verdad que para esa contienda no contaremos con cinco jugadores de los habituales para Pacheta, pero eso no debiera ser excusa para no ganar a un equipo que juega bien al f¨²tbol, pero que est¨¢ en puestos de descenso; jugamos en casa, con el apoyo incondicional de una afici¨®n a la que no se le puede pedir m¨¢s, y lo m¨¢s importante, somos el Real Valladolid. Es verdad que solo con la camiseta no se ganan los partidos, pero esta plantilla de la que tanto hemos presumido, y que tanto ha puesto en valor nuestro m¨ªster, tiene la suficiente calidad para imponerse a la Real de Xabi Alonso; luego, es cierto que pueden ocurrir accidentes, pero ese cupo de desdichas ya debiera estar cubierto, no podemos permitirnos m¨¢s desgracias.
Es obligaci¨®n del Real Valladolid llegar a Ipur¨²a con la llave que nos permita abrir la puerta del ascenso directo. Tengo la sensaci¨®n de que qui¨¦nes salgan en los puestos de privilegio tras esa jornada terminar¨¢n ascendiendo directamente. Tenemos cinco partidos por delante que hay que afrontar sin excusas, ni pretextos, y d¨®nde solo debemos pensar en ganar y ganar... y volver a ganar.