Alalpardo: amigos para siempre
La cita anual con este coqueto rinconcito de Madrid, Alalpardo, resulta de ineludible cumplimiento por la cantidad de amigos y de ilustres que te encuentras cada a?o que pasa. Empezando por el venerable Vicente del Bosque, al que admiro y quiero como un segundo padre, que desde hace seis a?os regenta este torneo de f¨²tbol cadete que ya es referente en nuestro pa¨ªs. A su vez pude disfrutar de los sabios comentarios de gente matriculada en el Oxford del f¨²tbol como son Hierro, Schuster, Camacho o el entra?able Felines, que lleva el escudo del Rayo Vallecano en su coraz¨®n.
Fue emotivo compartir bromas y chanzas con esos queridos 'enemigos deportivos' del Atleti. Enrique Cerezo, Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez Almeida o Fernando Zambrano asumieron con buen sentido del humor y amistoso encaje la seria posibilidad de que mi Madrid celebre la Liga 35 en el Metropolitano. Ese fair play vecinal confirma que la gente del deporte debe entender su puesta en escena como una referencia de comportamiento para las aficiones. Madridistas y atl¨¦ticos tenemos nuestras cuitas, pero igual que ellos ganaron la Copa de 2013 en el Bernab¨¦u y los vikingos lo asumimos resignados, seguro que ahora ellos aceptar¨¢n de buen grado que cantemos nuestro '?Hala Madrid!'. Agradezco, adem¨¢s, empezando por el compa?ero Roberto G¨®mez, el reconocimiento que me han dado. Como dec¨ªa el legendario Di St¨¦fano: "No me lo merezco, pero lo trinco".