Las lecciones del Bar?a
Para dar lecciones de estilo hay que ser pulcro y predicar con el ejemplo y el Bar?a no lo es. Y digo pulcro porque es una palabra que le gusta mucho a Xavi Hern¨¢ndez y que us¨® con frecuencia justo antes de golear en el Bernab¨¦u, ganar al Sevilla y creer que cazar al Real Madrid era posible. Al menos en San Sebasti¨¢n los azulgranas mostraron actitud, una palabra que no le gusta a Xavi porque prefiri¨® usar deseo, fe, pasi¨®n, intensidad y hambre despu¨¦s de perder ante el Eintracht y el C¨¢diz en el Camp Nou y decir adi¨®s a la Europa League y a LaLiga. Sospecho que la raz¨®n estaba en no apuntar directamente a los jugadores porque quedaba feo y hab¨ªa que aguantar como fuera... como ayer, vaya. El Bar?a gan¨® a la Real con una segunda parte esperp¨¦ntica donde fue incapaz ya no de gobernar la pelota, sino de hilvanar tres pases seguidos y gracias sobre todo a Ter Stegen. Pero vale, por supuesto que vale ganar as¨ª y bien ricos que saben los tres puntos para no sudar la gota gorda y asentarse en el segundo puesto que da acceso a jugar la Champions el a?o que viene.
Lo de ponerse finos y dar lecciones es marca de la casa. Ah¨ª tienen a Laporta echando la culpa a los socios y a la herencia recibida despu¨¦s de que el campo se llenara de alemanes. Y ah¨ª tienen a Piqu¨¦ tambi¨¦n muy digno alzando la voz para decir que ¨¦l no pide favores a nadie un d¨ªa antes de que todo el mundo le escuchara pedir a 'Rubi' que intercediera para poder ir a los Juegos Ol¨ªmpicos o para que su Andorra jugara en un grupo m¨¢s asequible.
En el relato s¨ª que son unos campeones, eso hay que admitirlo, pero la pu?etera realidad se empe?a en llevarles la contraria y desnuda sus carencias en el campo y en el palco. Si hay que achicar balones, se achican, si hay que pedir favores se piden y si hay que vender entradas al rival para hacer caja, se venden. El problema est¨¢ en la man¨ªa de elevarse y dar clases como si fueran el espejo en el que todos deber¨ªan mirarse y aprender, porque para volver a ser una referencia todav¨ªa les queda un mundo y el discurso no se sostiene.