El esfuerzo no se negocia en estas nueve finales
Los aficionados del Real Valladolid no s¨®lo ven los encuentros de su equipo, de reojo tambi¨¦n est¨¢n pendientes de los partidos del Eibar, pero sobre todo de un Almer¨ªa que da una de cal y una de arena, sobre todo cuando falta su gran goleador, Umar Sadiq. Todos los detalles importan a partir de ahora. Los propios y los ajenos. Tanto vale lo que consiga el Pucela, lo que decidan los ¨¢rbitros y el VAR o lo que hagan sus rivales directos. Es el teorema de los vasos comunicantes aplicado al f¨²tbol. Se trata de una disputa deportiva, leg¨ªtima e interesante, pero sobre todo fratricida. Sabemos que hay un buen equipo y un buen entrenador que conoce perfectamente lo que se lleva entre manos, pero no sabemos d¨®nde estar¨¢ el list¨®n de puntos exigible para conseguir el ascenso directo.
De lo que no hay duda es de la figura de Pacheta para el buen funcionamiento del equipo, y no s¨®lo en el plano deportivo: es el alma del Pucela desde el banquillo, por eso no se entienden los experimentos con el sistema y las alineaciones a estas alturas, como frente al Alcorc¨®n. Si lo que has venido utilizando hasta el momento te ha convertido en el equipo m¨¢s goleador de la categor¨ªa y est¨¢s a un solo punto del ascenso directo, no es ahora, el momento de hacer cambios. El Real Valladolid ha desplegado por momentos un f¨²tbol que no se recordaba desde hace mucho por orillas del Pisuerga. Pacheta, con su naturalidad, carisma y transparencia se ha ganado desde el d¨ªa de su presentaci¨®n como entrenador a jugadores y afici¨®n. Es cierto que habido dolorosas e inesperadas derrotas, como frente a Las Palmas, al Burgos, Real Oviedo, Amorebieta... pero, a falta de nueve partidos, el Real Valladolid puede luchar por ascender directamente a Primera Divisi¨®n y eso es lo m¨¢s importante en estos momentos.
Suele decirse que un vestuario unido es la clave de todos los ¨¦xitos. Y suele ser cierto. Claro que de nada sirve eso si no hay compromiso por parte de los futbolistas. Hemos visto enormes plantillas en otras temporadas en Segunda Divisi¨®n que no han optado ni tan siquiera al playoff de ascenso. Y es que no basta con la continuidad de futbolistas importantes como Masip, Luis P¨¦rez, El Yamiq, Joaqu¨ªn, Nacho, Roque Mesa, Toni Villa, Shon Weissman... Hay que refrendar dicha continuidad con el compromiso del objetivo, de saber y querer jugar en Segunda despu¨¦s de hacerlo en Primera. Ni tan siquiera los fichajes de relumbr¨®n como los del ecuatoriano Gonzalo Plata o Sergio Le¨®n en verano o las incorporaciones en el mercado de enero, desde equipos de Primera Divisi¨®n te sirven para garantizar un ascenso a la categor¨ªa de oro del f¨²tbol espa?ol. En estas nueve finales, se necesitan futbolistas que sepan lo que es sufrir, que hay que dar el m¨¢ximo para sacar un punto o tres en seg¨²n qu¨¦ circunstancias; en definitiva, que el esfuerzo no se negocia. Y es que jugar el playoff de ascenso no ser¨ªa un premio para el Real Valladolid, sino un castigo.