Tarde de desastre en Cartagonova
La flor de JIM se marchit車 en Cartagonova y el Real Zaragoza fue cosido a goles en una tarde para olvidar, de desastre absoluto, que entierra pr芍cticamente sus posibilidades reales de alcanzar un puesto en el &playoff*. El Zaragoza empez車 a perder el partido desde la alineaci車n y careci車 de la m芍s m赤nima reacci車n frente a un rival que le pas車 por encima en la segunda parte. Fueron tres, pero pudieron ser media docena, porque el Zaragoza y su entrenador se cayeron con todo el equipo.
Juan Ignacio Mart赤nez volvi車 a dejar al ※titular赤simo§ Iv芍n Az車n en el banquillo, relev車 a los &tocados* Bermejo y Narv芍ez por Puche y ?lvaro Gim谷nez y dio entrada a Zapater para suplir a Jaume Grau, ya dado de alta tras su intervenci車n de ayer para solventar su taquicardia. La apuesta no le funcion車 al t谷cnico y el Cartagena fue superior desde el principio, porque el centro del campo fue una verdadera caricatura. Petrovic, lent赤simo como siempre, y Zapater, totalmente fuera de punto, est芍n para muy poco, especialmente si juegan juntos. El ritmo y el dinamismo que aportan Francho y Jaume no son capaces de darlo ninguno de los dos y, por si fuera poco, Sabin Merino, la 迆ltima ocurrencia de Torrecilla, vivi車 otra tarde de ausencia y dej車 muy suelto a Delm芍s, que en una de sus galopadas, VAR mediante, confirm車 el viejo refr芍n de que no hay peor cu?a que la de la misma madera.
Como en tantas ocasiones, JIM se enmend車 a s赤 mismo en el descanso y dej車 a Zapater en la caseta en beneficio de Vada, pero el Zaragoza no tuvo ni tiempo de recomponerse, porque el Cartagena sentenci車 enseguida el partido, al aprovecharse en la misma acci車n de una lesi車n muscular, con &desmayo* incluido, de Petrovic y de la cantada, otra m芍s, de Cristian ?lvarez, que se &trag車* literalmente el segundo gol local. Una jugada marca de la casa del incombustible Rub谷n Castro ampli車 todav赤a m芍s la derrota del equipo aragon谷s, que pone punto final a su racha victoriosa y pincha el globo del sue?o de la sexta plaza. Sin Francho y sin Jaume Grau, y con Az車n en el banquillo, el Zaragoza s車lo puede aspirar a lo justo.