?Es justo castigar a los deportistas rusos?

El aluvi¨®n de suspensiones de rusos y bielorrusos en competiciones internacionales a causa de la invasi¨®n de Ucrania ha generado, inevitablemente, un debate sobre la justicia de la medida. ?Merece un deportista pagar los excesos de sus dirigentes pol¨ªticos? La pregunta no es nueva, porque ya se plante¨® recientemente con la propia Rusia, cuando hubo que decidir su destino despu¨¦s de demostrarse su dopaje de Estado. Entonces, para que no pagaran justos por pecadores, se opt¨® por la opci¨®n de que los atletas limpios compitieran como neutrales, sin el himno ni la bandera nacionales. En esta ocasi¨®n se ha dado un paso m¨¢s y se ha cerrado herm¨¦ticamente la puerta, salvo en deportes concretos como el automovilismo, que s¨ª permite la participaci¨®n de pilotos en condici¨®n de independientes, como en el caso de Nikita Mazepin en la F¨®rmula 1. Esta neutralidad enmienda la posible injusticia que se puede cometer con deportistas ajenos al conflicto, pero, por otro lado, no logra el efecto de presi¨®n internacional que se busca contra la agresi¨®n rusa. Ah¨ª est¨¢ la dificultad del debate.

Las sanciones, que han llegado con las competiciones empezadas, tambi¨¦n tienen damnificados colaterales. Un ejemplo claro lo protagoniza el ciclismo. Los corredores rusos que no militan en equipos de su pa¨ªs, como Vlasov o Sivakov, pueden competir sin problema; mientras que los no rusos que pertenecen a escuadras de esa nacionalidad, como D¨ªaz Gallego en el Gaz?prom, se han quedado en la cuneta. Tambi¨¦n est¨¢n los reajustes de clasificaciones, como ocurre en la Euroliga, que han beneficiado o perjudicado a terceros equipos por la anulaci¨®n de resultados ya producidos, que es lo mismo que le puede suceder a la Selecci¨®n de Espa?a de rugby y a su futuro mundialista, dependiendo del supuesto que se elija. En estos casos, y en otros similares, s¨ª que parecen medidas injustas.