El don de Coello
El vallisoletano, que ya es el jugador m¨¢s joven en ganar un WPT, ha vivido un vertiginoso camino en su todav¨ªa corta carrera.
Dicen que todos tenemos un don. Un prop¨®sito. Y que aquello que distingue a los que consideramos elegidos es que, simplemente, tuvieron la fortuna de encontrarlo y, de forma natural, explotarlo. El de Arturo Coello, est¨¢ claro. Y no, no es -solo- jugar al p¨¢del.
Porque, ahora, hablar de Coello es f¨¢cil. Y l¨®gico. Tras ganar el Miami Open de la mano de Fernando Belastegu¨ªn todos los focos han apuntado a este joven vallisoletano que, todav¨ªa con 19 a?os (8/3/2022), se ha convertido en el jugador m¨¢s joven de la historia en ganar un torneo World Padel Tour pulverizando la marca -*fe de erratas: en el art¨ªculo original se utilizaba el t¨¦rmino r¨¦cord, pero este es incorrecto al estar en posesi¨®n de Bea Gonz¨¢lez, con 18 a?os-,? que ostentaba Agust¨ªn Tapia desde 2019. Y, claro, la tentaci¨®n, es grande.
Pero, m¨¢s all¨¢ de lo evidente, Coello es una de esas pocas figuras a las que el contenido soporta el continente. Y me explico. Al jugador le acompa?a la persona; al juego, el discurso; y a la edad, el pensamiento. Y eso habla mucho y muy bien de ¨¦l. Tambi¨¦n, de su formaci¨®n.
El ascenso
Porque si nos abstraemos un poco, Arturo es todav¨ªa un adolescente. As¨ª lo dice la OMS, vaya. Pero, en el deporte, y quiz¨¢ en las profesiones de alta exposici¨®n medi¨¢tica, tendemos a normalizar, medir y exigir a las figuras trascendentes siempre con la misma premura.
Porque Arturo dio el salto, el primero, en 2020. Aunque antes hab¨ªa pisado unos octavos en 2019, fue junto con Iv¨¢n Ram¨ªrez cuando ambos se consagraron como la pareja revelaci¨®n del a?o saltando de previa a cuadro con habitualidad. E hizo final en el Cupra FIP Finals junto a ¡®Pincho¡¯ Fern¨¢ndez Cano. Todo, en menos de 10 meses.
Su p¨¢del llamaba, y mucho, la atenci¨®n, por la sobrada facilidad para el remate, por la capacidad para devorar metros con su poderosa zancada o por la alta habilidad para el recurso en una persona de su poderosa envergadura. A¨²n exponi¨¦ndose de m¨¢s, a¨²n huyendo del sacrificio en defensa, a¨²n con ese punto de kamikaze.
?l, mientras tanto, viv¨ªa sus primeros pasos con la inexperiencia del que le hace tanta ilusi¨®n ganar un partido como recibir mensajes de sus amigos porque ya sale por televisi¨®n, porque tiene nuevo apodo o porque desayuna en los torneos con alguno de sus ¨ªdolos. Lo normal que es contrario de la normalidad.
La normalizaci¨®n
Pero el salto, el siguiente, ser¨ªa a¨²n mayor. De Cerde?a, en diciembre, a Madrid, en abril, hay apenas 4 meses. Y en esos poco m¨¢s de 100 d¨ªas su figura se populariz¨®. No fue ganador del torneo, cierto, pero para la historia quedar¨¢ la despedida de un entregado WiZink Center cuando cay¨® -junto con Lamperti- en semifinales ante Bela y Sanyo. Y con 19 a?os.
Se convirti¨® en un icono de una semana para otra. De ser un jugador de previa, a ser uno de los grandes reclamos en los torneos. De vivir primeras experiencias con sus ¨ªdolos a serlo ¨¦l de todos lo j¨®venes que repet¨ªan como un mantra el ¡°Arturo, por favor, una foto¡±. Y, ¨¦l, mientras tanto, lo viv¨ªa sorprendido, con una sonrisa, un discurso natural o un ¡°Feliz D¨ªa de la Madre¡± cuando hablaba nervioso por primera vez ante un micr¨®fono en una retransmisi¨®n.
Y, todo, en sus primeros meses como profesional. Los mismos que, con la l¨®gica f¨ªsica de que tras la subida siempre llega la bajada, le iban a conectar el cable a tierra. No todo ser¨ªan semifinales, no todo aplausos. Con las frustraciones que conlleva, con las cr¨ªticas que genera, con las miradas de sospecha...
La llamada de Belastegu¨ªn
Quiz¨¢ fue cosa del destino o del ¡®Boss¡¯, qui¨¦n sabe, pero lo cierto es que Coello tambi¨¦n super¨® r¨¢pido ese trance. Circunstancias de por medio o no, su 2021, mirado con cierta retrospectiva, ha sido como varios a?os juntos. ?V¨¦rtigo?
Tras un breve e infructuoso periodo junto a Javi Ruiz, todo dio otro giro m¨¢s. Fernando Belastegu¨ªn, tras entender que su proyecto con Sanyo hab¨ªa finalizado, apostaba por un proyecto -s¨ª, proyecto- de gran -enorme- jugador. La llamada pod¨ªa venirle grande -enorme, tambi¨¦n-, pero Arturo no dud¨® en subir a un tren que, con toda seguridad, pasa una vez en la vida.
Y lo hizo no por los resultados, no por el curriculum, si no porque sab¨ªa que Bela -Fer, m¨¢s adelante- era un paso adelante tan tranquilo como seguro. A¨²n con todo lo que simboliza. El aprendizaje desde el esfuerzo, la evoluci¨®n desde el trabajo bien hecho o el reconocimiento desde el la humildad. Y la exigencia, claro. Y acert¨®.
La figura de Bela -que es como un padre o un hermano mayor como ya lo fuera con Tapia- ha potenciado la naturalidad a un perfil ya de por s¨ª natural. Y eso se nota en las buenas y en las no tanto.
Un foco Mundial
Adem¨¢s, a todo ello habr¨ªa que sumarle un tramo final de temporada en el que Coello ser¨ªa protagonista, quiz¨¢, bajo el mayor foco posible en este deporte. No -solo- por la consecuci¨®n de la victoria, cierto, y s¨ª por la actuaci¨®n y la relevancia en ella.
El vallisoletano parti¨® como titular en la final del Mundial de Qatar. Junto a Ale Gal¨¢n fue seleccionado para conformar la dupla que agitara el primer encuentro ante Argentina y desequilibrara la eliminatoria. Su rendimiento, m¨¢s all¨¢ de todo elogio, supera, y con creces, su p¨¢del y su edad. Su forma de entender y asimilar el por qu¨¦ de todo aquello explica mucho de los motivos del ¨¦xito.
Arturo, en menos de un a?o, hab¨ªa pasado de ser una promesa a hacer semifinales de WPT, de caer de forma regular en octavos o cuartos o a jugar con Bela y, por si fuera poco, a verse inmerso en la final de finales de un Mundial. All in.
2022, su -o no temporada-
Nadie duda que 2022 es la temporada de Arturo Coello. Bajo ese eslogan trampa, el p¨¢del ya ha -hemos- colocado al joven talento vallisoletano en la posici¨®n del ahora o nunca. Como si no tuviera apenas -casi- 20 a?os. Como si cada temporada no fuera a tener la opci¨®n de ser -o no- mejor que la anterior.
Lo cierto es que el 2022 ha comenzado elev¨¢ndole a los altares del olimpo padel¨ªstico. ¡°Es el m¨¢s joven en ganar...¡±, ¡°va a ser el pr¨®ximo Juan Mart¨ªn...¡±, ¡°es lo que necesitaba Bela para volver al n¨²mero uno...¡± ¡°es un diamante por pulir...". Estas y algunas otras muchas frases son las que -ya- se escuchan, leen y oyen tras la consecuci¨®n de su primer t¨ªtulo. Tan normal y cotidiano como t¨®xico.
Y ¨¦l, mientras, tras ganar su primer t¨ªtulo se dedica a pedir el micr¨®fono para decir que quiere volver a casa para celebrar con su familia. En Miami. Con todo lo que le rodea. Su espontaneidad, rubor y timidez al ser preguntado en la misma entrevista por si tiene novia, refleja su edad y las condiciones de la misma.
El don de Arturo, aunque muchos no lo crean, es estar en el momento y lugar indicados para ser el mejor sin creerse el mejor. Ser normal, lo llaman. S¨ª. Tiene un talento, que es jugar al p¨¢del. Y lo hace que da gusto. Y posee unas condiciones probablemente ¨²nicas. Pero su sitio est¨¢ donde debe marca su edad y el progreso, no donde decidamos entre todos colocarle.
Coello tiene personalidad, es vers¨¢til, volea con celeridad y peso, define aprovechando los 190 cent¨ªmetros que le aportan sus condiciones f¨ªsicas y devora cada metro de la pista -exteriores incluidos- con la voracidad del que ve en cada pelota la ¨²ltima. Pero tambi¨¦n sufre, y mucho, en la defensa, expone a su compa?ero, tiene lagunas t¨¢cticas, desordena el juego -para bien y para mal- y sufre de una irregularidad propia de la edad. Lo normal.
Arturo tropezar¨¢ o puede que, incluso, se pierda en el camino y tenga que volver a encontrarse. O no. Errar es humano y fallar solo es recorrer un espacio mayor para llegar al mismo destino. No tiene ni 20 a?os, qu¨¦ queremos. Lo importante es que, sea cual sea su destino, consiga guiarse con la misma normalidad del que convive con lo extraordinario sabiendo que, aunque no lo parezca y le digan que no es as¨ª, lo es.