Bast¨® un tuya-m¨ªa Vinicius-Benzema
Acab¨® el partido de Vallecas y la alegr¨ªa desbordaba a los madridistas. La televisi¨®n ofreci¨® los abrazos en la banda entre Asensio, Modric y Vinicius, que no jugaron el tramo final, y luego los de todos con todos. Un 0-1 en Vallecas no deber¨ªa parecer cosa para tanto, as¨ª que se notaba que el Madrid necesitaba estos puntos y que no lo hab¨ªa pasado bien. La alegr¨ªa de esos abrazos ten¨ªa algo tambi¨¦n de alivio y es para entenderlo, porque cost¨®. Courtois fue la baza principal para la victoria, escrita con la ¨²nica buena conexi¨®n de Vinicius y Benzema en una tarde un poco gris. El gol lleg¨® al minuto de una gran doble parada del belga.
Vallecas le cuesta al Madrid, les cuesta a casi todos. Tiene fama de campo peque?o y lo es: un metro menos de ancho y cinco menos de largo que el Bernab¨¦u. Parece poco, pero se nota y la sensaci¨®n aumenta porque est¨¢ muy encajonado entre las gradas. El Rayo ha hecho ah¨ª su fort¨ªn. Ahora parece atravesar un bache, pero se siente bien en ese su biotopo ¨²nico, que a su estrechez une un c¨¦sped ralo que Tebas no deber¨ªa consentir. Y suena fuerte la hinchada, arrastrada por los Bukaneros que, dicho sea de paso, ayer no se dejaron o¨ªr con respecto a la invasi¨®n de Ucrania. Siempre en busca de causas nobles, esta no les ha parecido digna de su atenci¨®n.
Fue un partido de vaiv¨¦n que siempre sospech¨¦ que acabar¨ªa ganando el Madrid, por el porterazo que tiene y porque arriba tiene m¨¢s colmillo. Benzema y Vinicius, gol aparte, no estuvieron a su altura. En la primera parte el mejor del ataque fue Asensio, que aunque fall¨® un gol claro le sac¨® despu¨¦s un parad¨®n a Luca Zidane. Luego se esfum¨®. El que s¨ª est¨¢ en plena forma es Modric, que a sus 36 a?os largos no s¨®lo sigue jugando primorosamente, que es lo suyo, sino que se mueve inagotablemente como el conejito de Duracell. Por ¨¦l, por Courtois y por ese instante de brillo de la pareja de siempre gan¨® el Madrid tres puntos bastante caros.