Cita semanal con Ancelotti
Uno se sienta a ver las conferencias de prensa de Ancelotti como quien acude a su cita semanal con la psic¨®loga, animado pese al bache y seguro de que los pr¨®ximos minutos ser¨¢n terap¨¦uticos: obtendr¨¢s respuestas que expliquen las crisis, encontrar¨¢s un amortiguador al ruido, te reconciliar¨¢s con el error y encarar¨¢s los pr¨®ximos d¨ªas con el dep¨®sito de la confianza un poco m¨¢s lleno. A lo largo de la temporada del italiano, hemos atendido a exposiciones antropol¨®gicas (¡°la generaci¨®n de ahora tiene menos respeto por la autoridad¡±), a refranes para pensar (¡°demasiada agua mata la planta¡±), a aclaraciones t¨¢cticas despojadas de cualquier matiz de condescendencia y a discursos con el ¨²nico fin de poner en valor al equipo, los jugadores y al club. En medio de tanta cotidianidad mezquina (pol¨ªtica y social), la honestidad de Carletto le eleva por encima de la degradaci¨®n.
La comparecencia de este viernes, tres d¨ªas despu¨¦s del hundimiento ante el PSG, ha sido excepcional, teniendo en cuenta que ahora la excepcionalidad es ser normal. Ancelotti cogi¨® el l¨¢tigo y procedi¨® a la autocr¨ªtica. Asumi¨® la responsabilidad del desastre, reconoci¨® errores y descuidos y volvi¨® a demostrar que digiere r¨¢pido los juicios, con la naturalidad que le dan los a?os bajo la carpa de este circo. Una experiencia que le permite distinguir con total claridad lo constructivo de la paja. Es impermeable a la tonter¨ªa, como ha asegurado en Valdebebas. No hay que ser uno de esos expertos en lenguaje corporal que tanto proliferan cuando hay tormenta para darse cuenta de que la herida del PSG le sangra a Ancelotti y que a¨²n intenta descifrar con su cuerpo t¨¦cnico qu¨¦ le pasa al equipo. Hay quien ve la sombra del derrumbamiento de su primera etapa, pero las diferencias con aquello son notables. De entrada, el margen de maniobra que le permite su distancia de puntos en la Liga y la cojera de sus rivales.
Este Real Madrid cuenta con armas para que no se le escape el t¨ªtulo liguero. La m¨¢s efectiva, Benzema. Incluso con la p¨®lvora h¨²meda. A ¨¦l se agarra Ancelotti para seguir caminando por casa y como clavo ardiendo para la Champions. Desconozco si su gazapo en la conferencia de prensa al referirse al franc¨¦s fue a prop¨®sito, pero dibuja de forma precisa lo que hoy es Karim: ¡°Ahora vuelve Benzema, que es nuestro delantero pr¨ªncipe (principal)¡±. Un 9 con brazalete y sin corona que puede ser suficiente bala para ir acabando con rivales en Espa?a, pero insuficiente argumento para volver a ser campeones en Europa. La exhibici¨®n de Mbapp¨¦ en el partido de ida dej¨® constancia de a lo que debe aspirar al Madrid. El delantero parisino aparece en el destino como una imagen mariana, soluci¨®n a un mal que acaba ahogando como es la falta de gol. En los ¨²ltimos d¨ªas ha germinado cierta inquietud entre la afici¨®n blanca por si los millones del PSG acaban convenciendo a Kylian de que se quede al menos un a?o m¨¢s. Consultado por ello, Ancelotti volvi¨® a optar por la sencillez, le mand¨® un mensaje a Mbapp¨¦ y, de paso, a alg¨²n otro: ¡°Lo que me gusta es lo que hago y no el dinero que gano...¡±. Una frase que firmar¨ªa debajo mi psic¨®loga.