La ca¨ªda de Val¨ªeva; la presi¨®n sobre una ni?a de 15 a?os que precedi¨® su derrumbe sobre el hielo.
El caso de Val¨ªeva va m¨¢s all¨¢ del dopaje y debe hacernos reflexionar sobre la protecci¨®n a los menores en el deporte de alto nivel.
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Como siempre, existe la tentaci¨®n de opinar con rapidez sobre cualquier pol¨¦mica, sin embargo, poder analizar cuestiones complejas con tiempo ofrece una ventaja inigualable, la perspectiva. El caso de Kamila Val¨ªeva, como antes ocurriese con Djokovic, ha ido cambiando con rapidez en los ¨²ltimos 10 d¨ªas. El pasado 7 de febrero, la patinadora rusa de tan solo 15 a?os centraba todos los focos con su actuaci¨®n hist¨®rica, si bien, en los d¨ªas siguientes, la publicaci¨®n de su positivo por dopaje, sus circunstancias siendo menor e incluso las tensiones pol¨ªticas con Rusia, han hecho que los comportamientos del COI y la ISU respecto a la resoluci¨®n del TAS sean bastante an¨®malos y m¨¢s rese?ables que el positivo en s¨ª.
La Agencia Internacional de Control anunci¨® el pasado 11 de Febrero que este positivo correspond¨ªa a una prueba realizada el 25 de diciembre de 2021 y que Val¨ªeva, hab¨ªa dado positivo por trimetazidina. Esta prueba fue tomada durante el Campeonato de Patinaje Art¨ªstico de Rusia en San Petersburgo y analizada por un laboratorio en Estocolmo (Suecia), acreditado por la Agencia Mundial Antidopaje (AMA o WADA).
Val¨ªeva es una deportista excepcional y probablemente a sus 15 a?os con un potencial inimaginable para batir todos los r¨¦cords ol¨ªmpicos en su disciplina, sin embargo, la realidad es que Rusia tiene un historial verdaderamente problem¨¢tico a la hora de gestionar el dopaje de sus deportistas. De hecho, todos los deportistas rusos, han competido en Pek¨ªn tras las sanciones a Rusia por reiteradas irregularidades en material de dopaje.
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Donde se torna en un caso m¨¢s complicado es cuando estando en su derecho, la patinadora decide recurrir este caso ante el TAS, se conceden medidas cautelares que la permitan competir y el Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI) decide no celebrar la ceremonia de entrega de medallas por equipos de patinaje art¨ªstico de los Juegos de Pek¨ªn cumpliendo a medias tintas la resoluci¨®n del TAS y discriminando de facto a Val¨ªeva.
Una vez el TAS concede la cautelar, Val¨ªeva tiene derecho a competir con id¨¦nticos derechos al resto de deportistas y que el COI solicite a la Uni¨®n Internacional de Patinaje (ISU) que s¨ª (muy probablemente) Val¨ªeva se clasificaba entre las 24 primeras, el cupo se ampliase a una patinadora n.? 25, es realmente poco ordinario, adem¨¢s de dudoso respecto a la integridad de la competici¨®n. (Entiendo la iron¨ªa de hablar de integridad cuando se est¨¢ presentando un caso presumiblemente de dopaje, pero si no se respetan las garant¨ªas del proceso, la integridad de la competici¨®n se desvanece).
Val¨ªeva se ha encontrado en medio de una guerra entre el COI y la RUSADA (Agencia Antidopaje de Rusia) por el esc¨¢ndalo del dopaje de estado. El COI ha respirado tranquilo al ver que Val¨ªeva se iba al suelo en dos ocasiones y pese a partir como favorita acababa cuarta no siendo preciso aplazar una nueva ceremonia de entrega de medallas que el COI ya hab¨ªa anunciado que aplazar¨ªa cualquier ceremonia en la que la patinadora rusa estuviese presente.
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En el mundo del deporte hemos encontrado explicaciones de lo m¨¢s llamativas para justificar un caso de dopaje, los apasionados besos de Gasquet que dieron positivo por coca¨ªna, el solomillo contaminado de Alberto Contador o incluso la producci¨®n "end¨®gena" puntual de Gurpegui. Este caso no iba a ser menos y ya se apunta a una posible contaminaci¨®n involuntaria por haber compartido un vaso con su abuelo que consume esta medicaci¨®n.
No entrar¨¦ en valorar la posible futura sanci¨®n del TAS, en donde si creo necesario realizar una cierta reflexi¨®n, es en como juzgamos a los menores sobre est¨¢s cuestiones y el grado de responsabilidad que debemos exigirles o s¨ª debemos centrar est¨¢ persecuci¨®n en su entorno.
Recientemente pude leer a Jos¨¦ Luis Terreros, director de la Agencia Espa?ola de Protecci¨®n de la Salud en el Deporte (AEPSAD) que afirmaba que "La agencia rusa debe abrir una investigaci¨®n al entorno, a entrenadores, m¨¦dicos, fisioterapeutas, y si se demuestra su culpabilidad, sancionarles de por vida". Igualmente indicaba que "en nuestro pa¨ªs ser¨ªa un delito penal y un juzgado abrir¨ªa una instrucci¨®n contra todos los que hubieran podido administrar la sustancia a la chica".
?Es Kamila Val¨ªeva, la culpable de este caso o una v¨ªctima de un f¨¦rreo sistema de entrenamiento y unas exigencias inhumanas? Creo que este caso pone manifiesto la especial protecci¨®n que necesitan los menores que participan en el deporte de alto nivel, ya que dif¨ªcilmente podremos imaginar a una ni?a de 15 a?os haciendo por su cuenta un estudio sobre sustancias dopantes y si finalmente la tesis del "vaso del abuelo" no se sostiene, se abrir¨¢n muchas m¨¢s preguntas sobre si entrenadores u otras personas de su entorno han podido propiciar de forma activa la ingesta de esta sustancia dopante.
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