Imaginen que no son machistas
Imaginen, por un momento, que hace dos semanas se enteran de que un entrenador de un equipo de Primera en LaLiga, ha enviado un audio de whatsapp a su cuerpo t¨¦cnico en el que anima a hacer pi?a, grupo, a ser m¨¢s amigos todav¨ªa, en el que propone dar una paliza a un negro poniendo como ejemplo a otros que llevaron a cabo la agresi¨®n y fueron condenados por ello. Imaginen, por un momento, que ese entrenador es contratado por un equipo de LaLiga para dirigir a una plantilla en la que hay jugadores negros. Y que las primeras reacciones en los medios de comunicaci¨®n son tibias. Que en tertulias se pone el foco en la privacidad de las comunicaciones, en si es l¨ªcito o no, en el tiempo transcurrido desde que se envi¨® el mensaje o en si los jugadores negros, que est¨¢n en situaci¨®n precaria, sin cobrar, sin saber qu¨¦ ser¨¢ de ellos en un futuro pero conscientes de que igual tampoco le interesa demasiado a la gente, no se han largado.

Imaginen, por un momento, que cuando la noticia se va haciendo grande porque personas antirracistas se escandalizan, deciden no callarse y se movilizan en las redes sociales, el equipo que ha contratado al que envi¨® el mensaje emite un comunicado apoy¨¢ndole, que el presidente que le contrat¨® afirma que ¨¦l ficha "a profesionales, no a personas" y que el entrenador en cuesti¨®n califica como una broma lo dicho. Imaginen que entonces, s¨®lo entonces y no cuando se supo desde un principio que hab¨ªa incitado a una agresi¨®n, la indignaci¨®n popular crece porque no hay manera de justificar lo que, a todas luces, es una barbaridad. Imaginen que ante el ruido vuelve a aparecer el presidente del club para asegurar que los jugadores est¨¢n encantados con el entrenador y que ninguno ha dicho lo contrario. Incluso que le visitan en su despacho para pedirle que no le despida. Imaginen que el foco ahora se pone en los futbolistas que no hablan en lugar de en el t¨¦cnico que incitaba a apalizar.
Y ahora, dejen de imaginar. Y piensen en por qu¨¦ tienen el racismo tan bien identificado y, sin embargo, el machismo tan bien tolerado.