Rayo Vallecano, semifinalista con dos almas
Cuando Mart¨ªn Presa lleg¨® a la presidencia del Rayo cometi¨® un error por precipitaci¨®n. Alguien le dijo que varios jugadores pensaban venderse en el inminente desplazamiento y ¨¦l invit¨® al viaje a un grupo de bukaneros a modo de banda intimidante. Eso les hizo pensar que con ¨¦l pesar¨ªan en el club, pero Presa comprendi¨® su equivocaci¨®n y quiso espantarlos. Desde entonces est¨¢n enfrentados. Son agua y aceite, los unos izquierdistas radicales y el otro del palo contrario. Para demostrar que no le arredran invit¨® a Santiago Abascal el d¨ªa que Zozulya regres¨® a Vallecas con el Albacete.
As¨ª que se da la paradoja de que aunque el Rayo vaya bien el Fondo Oeste (el de los ultras) lanza gritos contra el presidente que encuentran eco en m¨¢s zonas del campo. El problema se ha recrudecido ahora por la incomprensible indulgencia que muestra Presa respecto a Carlos Santiso, despedido de la Federaci¨®n Madrile?a cuando se conoci¨® su delirante grabaci¨®n y recogido de inmediato por el Rayo. No me hablen de que si nos graban a cualquiera¡ Cualquiera no dice esas cosas. Eso no es un desdichado comentario machista m¨¢s. Eso es apolog¨ªa del delito, de la humillaci¨®n y de la brutalidad.
Un club con dos almas, pues. La propiedad por un lado y la afici¨®n por otro. La afici¨®n es el dep¨®sito de memoria colectiva que ha venido dando forma el club desde decenios, pero sus derechos morales no son ya derechos sociales. S¨®lo pagan un 15% de la factura, el resto lo obtiene Presa de otros lados y su gesti¨®n da para marchar con desahogo en Primera y ser semifinalista de Copa. Vallecas aplaude al equipo y grita al palco, cuando resulta que el equipo es obra del palco. Pero Mart¨ªn Presa da munici¨®n a sus cr¨ªticos con actitudes indefendibles, como su pol¨ªtica general para con el f¨²tbol femenino.