El t¨ªo Urbano, la t¨ªa Erundina, aquel Atleti-Bar?a de 1993
Desde el lunes, aquel Atleti-Bar?a no se va de mi cabeza. Es una particular m¨¢quina del tiempo. En ella viajo a mis 13 a?os, a aquel s¨¢bado en casa de la t¨ªa Erundina, llena de vida, ruido. Puertas que se abren y cierran, gente que va y viene, mis primos. Se iban de fiesta. Yo a¨²n era peque?a, a m¨ª no me dejaban. Y eso que aquel s¨¢bado les costaba irse. Por la tele, el partido, el Atleti tras el descanso. Lo que era una goleada cul¨¦ comenzaba a desmoronarse. Yo cenaba tortilla sin dejar de mirar la tele. Mi t¨ªo Urbano a un lado. Mi t¨ªa Erundina, al otro.
Ella fue la primera en irse. Fue hace unos a?os. Yo ya trabajaba en AS, los inal¨¢mbricos a¨²n estaban en el c¨¦sped como la noche de 1993 del Atleti-Bar?a en la tele anal¨®gica. Mi t¨ªo falleci¨® el lunes. Hoy se miden el Atleti y el Bar?a como aquel d¨ªa de cuando era una cr¨ªa y feliz, nadie faltaba. Las heridas del Cholo y de Xavi estar¨¢n en la hierba, como las m¨ªas en esta columna. Ellos tienen los fichajes de invierno como tirita. El Cholo para recuperar el cemento. Xavi para afilarse. Choque de estilos. Remontar el a?o en sus cabezas. Como en la m¨ªa aquel s¨¢bado. Mi t¨ªa Erundina, mi t¨ªo Urbano conmigo. Cenando tortilla mientras el Atleti de Kiko termina por ganarle al Bar?a de Romario.