C¨¢nticos y bufandas al aire en San Mam¨¦s
Faltaba poco para que el ¨¢rbitro pitara el final del partido en San Mam¨¦s cuando Berenguer sali¨® de un regate y cruz¨® un zurdazo imponente, inalcanzable hasta para el gran Courtois de estos d¨ªas. Gol de bandera, premio al digno esfuerzo que hizo el Athletic durante todo el partido para doblegar a un Madrid de defensa s¨®lida y delantera gaseosa. Sin Benzema y con Vinicius lastrado por el jet lag, el ataque del Madrid fue nada. Y, dicho sea de paso, la incomparecencia de Hazard y Bale en una noche as¨ª agiganta la dimensi¨®n del fracaso de este par de figuras fallidas.
Iban nueve minutos cuando ya Dani Garc¨ªa solt¨® un taponazo desde el borde del ¨¢rea al que Courtois respondi¨® con un parad¨®n que justificaba el olvido de Lunin por parte de Ancelotti. San Mam¨¦s no es territorio para hacer concesiones y el Madrid no las hizo. Sali¨® atr¨¢s, esperando la avalancha de un Athletic que atacaba con los dos Williams, Ra¨²l Garc¨ªa y Muniain, empujados por el resto. Un acoso del que el Madrid no pod¨ªa salir porque Vinicius acusaba el jet lag. Todo se le iba entre desplantes y fingimientos que curiosamente tuvieron su utilidad, porque irritaron y confundieron a varios athl¨¦ticos.
Ancelotti le retir¨® para sustituirle por Isco, pero eso no mejor¨® el ataque del Madrid, ni siquiera cuando a la hora de juego el Athletic cedi¨® en la presi¨®n y se hizo prudente. Vista la fatiga general, Marcelino refresc¨® el equipo con buenos cambios y el Athletic cape¨® sin problemas los ataques del Madrid hasta que en una de sus salidas Berenguer, que hab¨ªa comparecido en el descanso por el menor de los Williams, solt¨® el gran tiro que enardeci¨® a San Mam¨¦s. No fue como la noche del Bar?a, irrepetible, pero certific¨® el firme deseo del Athletic de ir a por la Copa, su competici¨®n favorita desde la noche de los tiempos.