Sin Weissman, no es lo mismo
Los n¨²meros son tozudos en el Real Valladolid. Weissman ha marcado 11 de los 35 goles del que suma el equipo en liga. No se le aproxima a esa estad¨ªstica ninguno de sus compa?eros; uno de cada tres tantos llevan su sello y nadie duda de que es el hombre gol de los blanquivioletas. No quiero decir con esto que los goles se le caigan de los bolsillos, pero el israel¨ª est¨¢ demostrando con n¨²meros ser el delantero m¨¢s fiable de este equipo.
No comprend¨ª que en La Romareda fuera el elegido por Pacheta para dejar su puesto a Cristo Gonz¨¢lez, m¨¢s cuando Weissman es un jugador que suele terminar bien f¨ªsicamente los partidos, y en este ¨²ltimo no se le vio especialmente cansado. Le llegaron pocos balones, pero fue el ¨²nico que supo fabricarse de la nada una de las dos ocasiones m¨¢s claras del partido. L¨¢stima que el bal¨®n se estrellara en el travesa?o. Muchos os pregunt¨¢is qu¨¦ hubiera ocurrido si la oportunidad que tuvo Cristo, le hubiera llegado al hebreo. Eso nunca lo sabremos, pero s¨ª sabemos porque lo vimos c¨®mo finaliz¨® la jugada el tinerfe?o, en las ant¨ªpodas en forma y manera de c¨®mo defini¨® ante el Burgos.
Soy de los que piensa que Weissman debe jugar de principio a fin todos los partidos, m¨¢s todav¨ªa si est¨¢n igualados. Puede que tenga alguna carencia a la hora de entender c¨®mo realizar la presi¨®n en la salida del bal¨®n del rival, pero su agudo olfato goleador le hace un jugador peligros¨ªsimo de cara a la porter¨ªa contraria durante los noventa minutos. No digo que con Weissman en esos ¨²ltimos minutos el gol hubiera llegado para el Real Valladolid, pero s¨ª tengo la sensaci¨®n de que habr¨ªa estado m¨¢s cerca. Adem¨¢s, suele ocurrir que en los ¨²ltimos minutos de los partidos es d¨®nde este tipo de futbolistas encuentran m¨¢s oportunidades; aprovech¨¢ndose del cansancio de los rivales.
A¨²n con todo, y salvo la oportunidad de que dispuso, tampoco es que Weissman estuviera especialmente activo. Las prestaciones del israel¨ª mejoran con Sergio Le¨®n a su lado; con Plano no existe la misma conexi¨®n. El trabajo del mostole?o es encomiable, pero le falta esa qu¨ªmica; la que s¨ª parecen tener cuando juegan juntos Sergio y Shon. En el universo ofensivo se le abren muchas posibilidades a Pacheta, con Morcillo, con Plata, con Toni, con Plano, con Sergio Le¨®n, o con Cristo, las alternativas son m¨²ltiples, pero sin Weissman en el campo... nada parece lo mismo.