Todo a Vinicius
El pasado domingo, en medio del acoso madridista a la porter¨ªa del Elche, las c¨¢maras de El Golazo captaron una imagen que refleja muy bien una anomal¨ªa existente en el actual Real Madrid: un jovenzuelo de 21 a?os le indicaba a una supuesta estrella 10 a?os mayor que ¨¦l por donde deb¨ªa mandarle los balones. El chico era Vinicius y el que recib¨ªa las instrucciones, Hazard. La situaci¨®n, que en otro tiempo y lugar ser¨ªa imposible, retrata el orden de importancia actual en la delantera blanca, en la que el crecimiento del brasile?o ha sido imparable los ¨²ltimos meses, hasta el punto de convertirlo en la principal referencia ofensiva del equipo madridista.
Uno ve los partidos del Madrid y se da cuenta de que la inmensa mayor¨ªa de los ataques terminan partiendo de Vini. Hay jugadas en las que la pelota va pasando de los defensas a los medios buscando el camino del ¨¢rea rival y, tras cuatro o cinco toques, casi siempre termina llegando a la izquierda para que el extremo inicie su desborde. Otras veces, cuando la presi¨®n acosa a los defensas blancos, el bal¨®n en largo tambi¨¦n busca la zona del brasile?o. Ni que decir tiene que si hay una posibilidad de salir a la contra pasa siempre por encontrar la velocidad del muchacho.
Indudablemente las ¨®rdenes del entrenador tendr¨¢n algo que ver, pero tambi¨¦n sucede de una manera natural, porque los compa?eros saben que ahora mismo Vinicius es el que tiene m¨¢s desborde y capacidad de desequilibrio, y terminan llev¨¢ndole la pelota como una soluci¨®n. Su responsabilidad se ha multiplicado exponencialmente en meses, pasando de ser un suplente a casi un jugador franquicia del que se espera lo mejor cada partido. No se le puede discutir el af¨¢n que pone y es comprensible que empiece a reclamar ayuda: la necesita.