El orgullo te acerca a tu identidad
Y de repente, en el comienzo del segundo tiempo, el alma del Calder¨®n apareci¨® en el Wanda Metropolitano. Fueron unos compases donde uno se siente orgulloso de su gente, animando sin parar a un equipo que en la primera parte de nuevo regal¨® dos goles, atenazado con la pelota, nervioso sin ella. En definitiva, un Atl¨¦tico bloqueado y a la deriva, pero al que los suyos le recordaron en el comienzo del segundo tiempo que no estaban solos, que estaban para levantarlos y no reprocharles.
Los del Cholo, a lomos de un magistral Carrasco, que en su banda natural contagiaba a sus compa?eros con sus arrancadas, desequilibrando hacia delante y currando hacia detr¨¢s. Todo esto, sumado a las apariciones de Correa y un Cunha que, para qu¨¦ negarlo, me encanta, se fusion¨® con la afici¨®n para crear un ambiente que me hizo recordar a nuestro Calder¨®n. Gan¨® un Atl¨¦tico que jug¨® el segundo tiempo con doce en una noche para sentirse orgulloso de tu gente.