Nico Williams puso en la final al Athletic
El peque?o Williams apunta alto. Entr¨® en el partido avanzada la segunda parte, cuando el Athletic se ve¨ªa por detr¨¢s en el marcador y se hizo notar. Fue una de las causas de la reacci¨®n de los bilba¨ªnos y coron¨® la remontada con un gol excelente, un toque sabio de izquierda a la salida de un c¨®rner. Tiene clase de alta escuela este chico, al que el gol parece resultarle menos dif¨ªcil que a su hermano mayor. En el Athletic hay larga saga de parejas de hermanos y creo que esta puede ser de las m¨¢s sonadas. El domingo, en la final ante el Madrid, habr¨¢ nueva ocasi¨®n para medirle, lo mismo que a todo el Athletic, campe¨®n vigente de la competici¨®n, por cierto.
La primera hora del partido fue lenta y mala, jugada por las dos partes sin deseo de riesgo y, para empeorarlo, sobre un campo que acusaba falta de cuidado tras el partido de la v¨ªspera. Era como ver secarse la pintura en la pared. De aquella nada surgi¨® de pronto, por chamba, un gol de Jo?o F¨¦lix en cabezazo d¨¦bil que se acab¨® metiendo Unai Sim¨®n, que en el resto del partido apenas fue requerido. Marcelino meti¨® cambios (entre ellos Nico), el Athletic despert¨® y el Atl¨¦tico se meti¨® atr¨¢s decidido a vivir de esa corta renta. Pero tiene tal debilidad ante los c¨®rners que los bilba¨ªnos remontaron con relativa facilidad, pese al buen desempe?o de Oblak.
As¨ª que el domingo veremos al Athletic frente al Madrid, el otro cl¨¢sico de nuestro f¨²tbol. El Madrid tiene el oficio; el Athletic, la ilusi¨®n, y a la vista de los dos recientes enfrentamientos entre ambos se puede augurar una final interesante e igualada. Mientras, el Atl¨¦tico, como el Bar?a la v¨ªspera, recoge las maletas y regresa. La diferencia es que el Bar?a vuelve con la sensaci¨®n de estar en un proceso de mejora, mientras que el Atl¨¦tico se va hundiendo semana a semana un poco m¨¢s en el barro, que ya le va llegando a las rodillas. Falta agresividad en las ¨¢reas, dice Cholo. Quiz¨¢ sea s¨®lo eso, pero este Atl¨¦tico es irreconocible.