Un Dakar enrarecido
El Dakar lleg¨® a su jornada de descanso, al ecuador de la carrera, con un ambiente enrarecido. La sugerencia de Jean Yves Le Drian, ministro de Exteriores de Francia, sobre una posible cancelaci¨®n a causa de la explosi¨®n de un coche en Yeda el 30 diciembre, que se sospecha como un ataque terrorista, y que mantuvo al piloto Philippe Boutron en coma hasta el pasado jueves, ha cubierto el vivac de incertidumbre. El responsable de la competici¨®n, David Castera, asegura el presente del raid, pero no tanto el futuro: ¡°Vamos a terminar y ya veremos¡±. Las noticias crean una l¨®gica intranquilidad en la caravana, a pesar de que la seguridad ha aumentado desde entonces. El terrorismo no es algo nuevo para el Dakar, que ya tuvo que suspender su edici¨®n de 2008 y nunca m¨¢s ha vuelto a ?frica.
Adem¨¢s de este inquietante panorama, que ya es raz¨®n sobrada para la preocupaci¨®n, el enrarecimiento tambi¨¦n rodea al desarrollo deportivo. El Dakar comenz¨® con aquel extrav¨ªo masivo de los participantes por un error en el roadbook, que cercen¨® las opciones, entre otros, de Carlos Sainz. Y sigui¨® con la creciente desconfianza que genera que Nasser Al Attiyah haya sido el ¨²nico capaz de librarse de la escabechina. Las aver¨ªas, que s¨ª forman parte del juego, han acabado por rematar a Sainz, que al menos lleva una victoria de etapa. Mientras que las ca¨ªdas, otro cl¨¢sico de la competici¨®n, ha fracturado una clav¨ªcula de Joan Barreda, que hab¨ªa sumado dos triunfos y estaba en plena remontada. Las motos han desembarcado en el d¨ªa de reposo despu¨¦s de dos etapas que han tenido que ser neutralizadas, una por un extra?o problema a¨¦reo y la otra por un recorrido deteriorado. Los contratiempos hacen mella a falta de las seis jornadas finales, una segunda mitad en la que todos cruzan los dedos para que el deporte retome el protagonismo¡ Sin m¨¢s sustos ni anomal¨ªas.