La Copa de la Vida
El Sporting llevaba muerto varios meses. Despu¨¦s de un inicio de temporada glorioso, se vino abajo, como si el ¨¦xito estuviese destinado a esconderse entre las nubes. Cuando la temporada se ve¨ªa m¨¢s negra que el carb¨®n, el Sporting cuaj¨® un partido precioso en Copa del Rey y remont¨® al Villarreal de Unai Emery (hijo de Juan Emery, guardameta rojiblanco entre 1962 y 1964) y dio a Gij¨®n, por fin, una alegr¨ªa en tiempos duros. Y es que el Sporting no tiene en sus vitrinas ning¨²n gran t¨ªtulo.
Sus grandes efem¨¦rides son las dos finales perdidas en Copa del Rey (1981 y 1982), la primera de ellas, con Quini vestido de blaugrana ejerciendo de verdugo. El Sporting tambi¨¦n fue subcampe¨®n de Liga en la 78/79, tras un robo escandaloso y emp¨ªricamente comprobable de los ¨¢rbitros Garc¨ªa Carri¨®n y Ausoc¨²a. A veces, as¨ª, as¨ª, as¨ª ganaba el Madrid.
El caso es que en Gij¨®n, el ¨²nico aniversario bonito que se celebra es cuando Garci gan¨® el Oscar por Volver a empezar, donde salen escenas rodadas en el Templo. Por eso, jam¨¢s entender¨¦ por qu¨¦ en el a?o 80, Catalu?a escogi¨® como fiesta nacional el 11 de septiembre, cuando podr¨ªa haberlo hecho el 21 de abril, que adem¨¢s, es su patr¨®n desde 1456. ?No es mejor se?alar una victoria con libros y rosas antes que una derrota por las armas?
Ser¨ªa fabuloso que el Sporting ganase la Copa del Rey, aunque sea como tributo a su fabulosa cantera de jugadores que tantas alegr¨ªas han dado a nuestro f¨²tbol. As¨ª, brindar¨ªamos cada a?o entre confeti mientras se cierra la ¨²ltima f¨¢brica y enterramos el triste recuerdo del despilfarro de los fondos mineros. La Copa del Rey es la ¨²nica competici¨®n a la que aspira la clase media, aunque como acertadamente se?alaba ?lvaro Cervera, entrenador del C¨¢diz y pr¨®ximo rival del Sporting, est¨¢ pensada para dar titulares de victorias pintorescas, hasta que llega la hora de la verdad y se prepara la alfombra para que ganen las dos o tres grandes empresas del Ibex futbol¨ªstico. Que de la Copa del Rey pueda beber tambi¨¦n la plebe.