Demb¨¦l¨¦ y el miedo a perder
Demb¨¦l¨¦ es un regalo de Reyes para el Bar?a. Lo fue esta noche, promete serlo, nunca se acaba la leyenda que tiene su nombre porque, aunque no sea tan eficaz como sue?an Xavi y algunos de sus antecesores, es capaz de concitar expectativas que rozan con la utop¨ªa.
La discusi¨®n sobre su renovaci¨®n resulta compatible con los que quieren y no quieren al jugador franc¨¦s. Pero la verdad es que parece inconcebible que un partido como el de Linarejos hubiera mantenido tantas esperanzas si en la segunda parte no se hubiera incorporado este muchacho d¨ªscolo.
Lo peor del f¨²tbol, desde la perspectiva de los aficionados, no es tanto perder como el miedo a perder. El gol del Linares pareci¨® la cruz de una sepultura prematura del Bar?a. Como el equipo ha tropezado tanto a lo largo del ¨²ltimo medio a?o (?o medio siglo?) parec¨ªa que se cumplir¨ªa otra vez la maldici¨®n de la derrota.
El Bar?a es una acomodaci¨®n atrevida de veteranos y chiquillos, no tuvo un comportamiento con la dejadez, al contrario. Como se?al¨® en AS el maestro Rela?o, este Bar?a est¨¢ yendo hacia su legendario estilo, aun sin la fuerza de los viejos tiempos, cuando jugar no era tan solo ganar sino combinar.
Ganar no es lo ¨²nico. Disfrutar del juego, aun en zonas de peligro, era la filosof¨ªa de aquellos que acompa?aron al actual entrenador en las aventuras en las que Guardiola adiestr¨® la combinaci¨®n como una de las bellas artes. En ese proceso seguir¨¢ habiendo sustos. Temer¨¢ perder la hinchada, pero dentro del campo persiste la naturalidad de jugar, esa felicidad del f¨²tbol que, entre otros, ahora corresponde lider a Ousmanne Demb¨¨l¨¨.