Ronaldo, Piqu¨¦, Marcelo... futbolistas con club
Marcelo ha comprado un segunda portugu¨¦s, el Mafra, metido en cuartos de la Copa (all¨ª ¡®la Ta?a¡¯) y con posibilidades de subir. Hace cuatro a?os ya hab¨ªa fundado en Brasil el Azuriz Futebol Clube, ascendido ya a la Primera Paranaense. Su intenci¨®n es crear un peque?o holding futbol¨ªstico; formar jugadores en el Azuriz y presentarlos en Europa en el Mafra. Viene a sumarse as¨ª a los casos ya conocidos de Ronaldo con el Cruzeiro y el Valladolid, o de Piqu¨¦, propietario del Andorra. Buffon compr¨® el Carrarese, Beckham el Miami y el Salford ingl¨¦s, con los Nevillle y Scholes. En Portugal tenemos a Belenguer con el Tondela.
Abundan los casos. En Espa?a, a otro nivel, el Rayo Majadahonda, propiedad de Arribas, el Intercity de Alicante, en el que entr¨® Juanfran¡ La pregunta es por qu¨¦ se meten los futbolistas en este negocio, que suele ser complicado. La respuesta en muchos casos es que ponen la cara para fondos de inversi¨®n que les contratan para que su nombre les abra puertas. Otros s¨ª meten su propio dinero, en un deseo ¡®peterpanesco¡¯ de devolver algo al f¨²tbol, pensando que lo pueden hacer mejor que directivos a los que sufrieron. No siempre es as¨ª. Buffon sali¨® del Carrarese con los pies fr¨ªos y la cabeza caliente. Beckham va desinvirtiendo en Miami.
En cierto modo es una temeridad, pero menos que tiempo atr¨¢s. Utilizar clubes menores como ¡®granjas de engorde¡¯ donde rodar y prestigiar a principiantes da buenos beneficios si se hace bien. Pero es que adem¨¢s el control econ¨®mico, ejemplar o casi en LaLiga espa?ola y que ser¨¢ cada vez m¨¢s imitado, abre un tiempo nuevo. Algunos clubes espa?oles ya reparten dividendos. No es tan extra?a esta moda, extendida ya al baloncesto con Marc Gasol y el Girona, en doble figura de jugador y mandam¨¢s. En fin, un fen¨®meno que se extiende y que s¨®lo es relativamente nuevo, pues tenemos el viejo y exitoso caso de Percassi en el Atalanta.