El descuido que Ancelotti cometi¨® con Modric
La fiesta suele ser enemiga de la prudencia y el domingo Carlo Ancelotti se dej¨® llevar por el entusiasmo del triunfo en el derbi y cometi¨® ...
La fiesta suele ser enemiga de la prudencia y el domingo Carlo Ancelotti se dej¨® llevar por el entusiasmo del triunfo en el derbi y cometi¨® un descuido: los micr¨®fonos de Movistar LaLiga grabaron c¨®mo el italiano confesaba que ante el Atleti hab¨ªa jugado con uno m¨¢s. Con el Reglamento en la mano no se puede considerar alineaci¨®n indebida, aunque los rojiblancos piensen lo contrario. Ricardo Sierra no necesit¨® sacacorchos para conseguir la noticia. Su pregunta fue tan inocente como directa: ¡°?Qu¨¦ es lo que m¨¢s le gust¨® del partido?¡±. Carletto se abri¨® como quien se sabe en fase de exaltaci¨®n de la amistad y respondi¨® sin rodeos y con una sonrisa: ¡°Modric, Modric, los tres puntos¡¡±. Para el entrenador del Madrid, los dos mejores jugadores del partido fueron Modric y Modric. La revelaci¨®n empieza a encajar piezas porque en el 10 del Real Madrid hay varios jugadores al mismo tiempo, circunstancia que emociona al madridismo y ofrece a los atl¨¦ticos una coartada en la derrota: no hay nada que hacer porque todo lo hace el rubio croata.
Luka es un futbolista que se asocia con todos en el momento preciso, saca la pelota con delicadeza, tiene quite y luces, sale y entra, es estad¨ªstico y estil¨ªstico, dinamita la universalidad del refranero. S¨ª es posible estar en misa y repicando. Y hacerlo con esa facilidad que impulsa a los ni?os y ni?as a querer coger un bal¨®n para imitar. Es en ese ejercicio de imitaci¨®n cuando uno cae en la cuenta de que no hay nada m¨¢s complicado que la sencillez. Honesto, comprometido y solidario en el esfuerzo. As¨ª es Modric. Y as¨ª juega este Real Madrid de Ancelotti.

"No hablo mucho con Vinicius..."
Lukita (perd¨®n por adoptar esta familiaridad en el trato, pero hay amistades que no despiertan en m¨ª este sentimiento de agradecimiento y fascinaci¨®n) brillar¨¢ en la historia del f¨²tbol por un estilo colmado de matices y recursos, un toque con el exterior que es para darle la cartera de ese Ministerio y una habilidad para el amague extraordinaria. Modric amaga y dos enemigos chocan sus cabezas, caen sobre la mesa de la cocina y rompen toda la vajilla. Un amago suyo es la llave para salir de la emboscada, el halc¨®n malt¨¦s porque est¨¢ hecho del material con el que se forjan los sue?os. Me gustar¨ªa amagar como ¨¦l para salir victorioso en la vida, dejando a los rivales con la cara de Carrasco y Cunha tras verse superados con un solo toque.
Pocos futbolistas como Modric generan un consenso de admiraci¨®n y respeto. En ese cuerpo menudo aglutina todo lo que un club y una afici¨®n anhela y, por eso, a su brazo le queda el brazalete como un guante. Pedir al Madrid otra renovaci¨®n de Luka no es dejarse llevar por la euforia ni cometer un acto de irresponsabilidad econ¨®mica, sino algo de primera necesidad, como comer o respirar. Con 36 a?os, es evidente que el estacazo del tiempo amenaza en la siguiente curva, pero un Modric con canas, arrugas y artritis dentro del vestuario hace m¨¢s servicio al club que el ahorro de una ficha millonaria. Hace madridismo, como escribi¨® el '10¡¯ en su cuenta de Instagram. Porque aunque tras la crisis hay necesidad de dinero, es m¨¢s urgente la presencia de referentes. Y en este Real Madrid hay dos: Modric, Modric¡