HALL OF FAME: Una historia con final feliz
El baloncesto femenino ha derribado en los ¨²ltimos a?os much¨ªsimos muros; en los 80 era otra historia. A las que nacimos a mediados de esa d¨¦cada, nos costaba encontrar referentes. Maribel Lorenzo hab¨ªa muerto en 1981 y aunque Mar¨ªa Planas estuvo al frente de Espa?a hasta 1985, la mejor posici¨®n de la Selecci¨®n hab¨ªa sido un d¨¦cimo puesto en un Europeo. Ni Juegos ni Mundiales. El Plan ADO y la creaci¨®n del Siglo XXI, con los Juegos de Barcelona entre ceja y ceja, fueron la primera piedra para construir un baloncesto femenino m¨¢s estable y que comenz¨® a alzar la voz. A principios de los 90, el Dorna Godella de Miki Vukovic conquist¨® dos Euroligas seguidas, despu¨¦s lleg¨® el oro europeo de Perugia y algunas ni?as empezamos a so?ar con ser como Blanca Ares, como Bonnie Geuer...
Ellas fueron las primeras, pero ha habido muchas m¨¢s. Recuerdo c¨®mo esper¨¢bamos a la entrada de la Alamedilla a las jugadoras antes de los partidos del Halc¨®n Viajes. Sobre todo a Amaya Valdemoro, a la que me une un ch¨¢ndal que hered¨¦ en la cantera y del que presum¨ªa en cada partido.
Despu¨¦s, en el verano de 2004, la Selecci¨®n femenina pas¨® por Salamanca y recuerdo que Betty Cebri¨¢n, otra de las pioneras de Perugia, me dijo que ojito con las nuevas generaciones. Se refer¨ªa a Alba Torrens, Laura Nicholls... Y la historia ya saben c¨®mo contin¨²a. Una historia que hubiese sido bien distinta sin todas las que hoy est¨¢n en este primer Hall of Fame.