Laporta o el apocalipsis
A estas alturas quien no se haya enterado ya de que la gesti¨®n de Bartomeu y su junta ha sido una calamidad es porque no le ha dado la gana. Hay cuestiones indiscutibles como la deuda que engordaron y tan vergonzosas como los informes sobre el mal estado del Camp Nou que ignoraron. Y el ¡®Bar?agate¡¯, con sus facturas troceadas para escapar de los controles, a¨²n est¨¢ en los tribunales. Hoy, sin embargo, no se juzga a Bartomeu en la Asamblea de compromisarios, sino que es Laporta quien debe convencer a los socios de que tiene un plan, necesita su apoyo para llevarlo a cabo y la campa?a para prepararlo todo en estas ¨²ltimas dos semanas ha estado tan bien ideada y ejecutada como la de la lona gigante al lado del Bernab¨¦u que ha sido su mayor ¨¦xito en su nueva etapa.
Directivos mudos hasta el momento han recobrado la voz y las ganas de hablar y se han multiplicado en los medios de comunicaci¨®n para explicarse. Por tierra, mar y aire ha llegado su mensaje alto y claro: Bartomeu caca - Laporta salvaci¨®n ser¨ªa el resumen. Ahora falta por saber c¨®mo ha calado entre los compromisarios que no son f¨¢ciles de descifrar y esta misma tarde saldremos de dudas, pero las costuras de la maniobra han quedado al descubierto y se merecen una reflexi¨®n.
Laporta se presenta como el Mes¨ªas y la palabra resurrecci¨®n ha sido utilizada como un misil. O el caos o ¨¦l, no hay t¨¦rmino medio. Y el relato se ha reducido hasta el punto de que quien vote en contra de solicitar un cr¨¦dito de nada menos que 1.500 millones de euros o de cambiar los Estatutos, es que est¨¢ a favor de Bartomeu. El mismo Laporta que consigui¨® los avales a ¨²ltima hora, que esperaba que Messi jugara gratis como estrategia genial o que ahora est¨¢ dispuesto a escuchar al fondo de inversi¨®n CVC. El mismo que dio por finiquitado a Koeman justo dos d¨ªas antes de viajar a Madrid y ratificarle. El mismito que viste y calza y sigue pregonando que tiene una soluci¨®n m¨¢gica para todos los males y que pide la adhesi¨®n sin fisuras. ?l o el apocalipsis. Y como eslogan, es pegadizo.