Lo que va de Simeone a Koeman
Lleg¨® Laporta a Madrid con un anuncio que revocaba todas las se?ales que el club hab¨ªa emitido desde la derrota en Lisboa y aun antes: Koeman seguir¨¢, merece confianza, es un gran barcelonista¡ Veremos c¨®mo de definitivo es, o si s¨®lo obedece a la evidencia de que no hay dinero para un sustituto o que no hay sustituto dispuesto a venir a hacerse cargo de esto. El caso es que en principio esa declaraci¨®n result¨® ben¨¦fica para el ¨¢nimo del equipo. Su salida al Metropolitano (colmado por fin, hasta la bandera, de un p¨²blico entusiasta) fue buena, equipaci¨®n aparte. Se movi¨® con soltura, manejando el bal¨®n en el campo contrario. Aire de equipo seguro.
Pero sin remate. Y atr¨¢s¡ El Bar?a marcaba al hombre con la mala suerte de que era mal d¨ªa para ello, con un Jo?o F¨¦lix con todas las luces encendidas. No le costaba romper la l¨ªnea y a partir de ah¨ª llegaba el roto, con Lemar y Luis Su¨¢rez, prolongando y coronando las jugadas de los dos goles, ambas nacidas en genialidades del Menino. Un regate, un toque, otro toque y gol. Combinaciones precisas, pero tambi¨¦n facilitadas por el desajuste de una defensa persiguiendo al hombre en la que, vencido el primer marcador, todo se derrumbaba. Koeman dijo al final que estaba previsto, pero viendo a Piqu¨¦ y Busquets se dir¨ªa que alguien se durmi¨® en clase.
No le tiene que ser f¨¢cil a Koeman dirigir a este grupo desde su posici¨®n tan desairada. Qu¨¦ contraste su posici¨®n en el Bar?a con la de Simeone en el Atl¨¦tico, valorado en el club, seguido por sus jugadores, agitador del p¨²blico con respuesta inmediata. Veremos si Laporta piensa de verdad corregir su actitud para con Koeman, ¨¦ste parece creerlo as¨ª, y hasta lo agradece, pero el mal ya est¨¢ hecho. Al Bar?a, cuyos dos pr¨®ximos rivales son el Valencia y el Madrid, la temporada se le va a hacer larga. Por el contrario, el Atl¨¦tico la mira con optimismo, encolumnado tras un l¨ªder que anoche rein¨® de nuevo en el Metropolitano, donde la afici¨®n disfrut¨® un gran reencuentro.