Ansu Fati firma el regreso del Bar?a
No hubo un borr¨®n. Asustado por semanas sin goles, cada uno de los que se produjeron ayer son respuestas a los que creyeron que el Bar?a estaba de parranda. El de Memphis fue una lecci¨®n de geometr¨ªa, en uno de esos minutos que en estos tiempos de niebla parec¨ªan dagas en el coraz¨®n azulgrana. De Jong, el m¨¢s veterano de los tocayos, se resarci¨® de tanto ruido acerca de su inoperancia. Y cuando el equipo ya hab¨ªa solventado la dif¨ªcil batalla de recuperar la alegr¨ªa lleg¨® el gol de Ansu Fati. Maestro de las dimensiones secretas del f¨²tbol, dej¨® boquiabierta la grada.
Esta victoria es de Koeman, del arrojo con el que se ha enfrentado al griter¨ªo directivo y al batiburrillo medi¨¢tico. Como todas las ¨¦pocas y todos los momentos tienen s¨ªmbolos, buenos y malos, este del domingo en que volvi¨® Fati es singular. Este futbolista es un resplandor, como dice el maestro Rela?o.
Antes de saltar el campo, cuando sacaba su n¨²mero, el 10, sufri¨® un leve accidente Carlos Naval, el mejor testigo de lo que le pasa al Bar?a desde hace d¨¦cadas. Como si esa salida fuera met¨¢fora, luego se produjo el rayo Fati. Lo vi hace semanas entrando en la fisioterapia de Joaqu¨ªn Juan, en Madrid. Aquel d¨ªa, aun en tratamiento, desafi¨® Madrid llevando la camiseta con la que gole¨® al Levante. Fue un presagio, quiz¨¢, lo cierto es que ha devuelto al Bar?a el desaf¨ªo de alegr¨ªa que ¨¦l mismo supone.