El m¨¦rito de Iraola y el discutido descuento del Atleti
Fuera complejos
El Rayo estuvo a punto de ganar tantas veces al Levante que al final solo pudo empatar. A veces suceden estos fen¨®menos parad¨®jicos, que no inexplicables. Al equipo franjirrojo le duelen las ¨¢reas, a la espera de Falcao. Sobre el papel hizo todo bien a nivel colectivo. Jug¨® con convicci¨®n, orden e ideas. El plan establecido por Iraola, un entrenador que se maneja bajo diferentes registros, tuvo todos los ingredientes para el triunfo. El Rayo ameniz¨® la tarde y amenaz¨® a Aitor (22 remates, 15 en el segundo tiempo), sali¨® escopetado en transici¨®n tras cada robo (39,2 metros de distancia media de recuperaci¨®n a su porter¨ªa) y nunca par¨® de generar (17 ocasiones de gol, nueve creadas por Trejo, Nteka y Beb¨¦). No concret¨® su gran desempe?o por esa tendencia a inmolarse con penaltis insensatos y su escaso tino en la finalizaci¨®n. Por ahora, es lo de menos. En esta versi¨®n, con un t¨¦cnico fant¨¢stico como Iraola, se aproximar¨¢ a la permanencia.
Jugar a su manera
En Bilbao andan felices. El inicio del Athletic ha sido la confirmaci¨®n de que resultar¨¢ un bloque realmente dif¨ªcil de derrotar. Desde esta realidad, el trabajo de Marcelino merece especial atenci¨®n. Conocedor de las limitaciones de su equipo, apuntadas casi todas a sus carencias en la elaboraci¨®n ante rivales cerrados, ha simplificado los procesos. Si te cuesta crear, no hay mejor manera que actuar con esmero en la presi¨®n y verticalidad en los ataques para superar ese peque?o vac¨ªo. Sus 34 robos en zonas adelantadas en lo que llevamos de Liga reportan al Athletic ocho situaciones de disparo y un gol, el de I?aki Williams al Mallorca. Con Marcelino en el banquillo la identidad rojiblanca est¨¢ a salvo.
Los centrales pasadores
Su vecino no se parece en nada al Athletic. El estilo de la Real Sociedad necesita del dominio del bal¨®n. Lo tuvo de sobra contra el C¨¢diz. No sorprende, ni mucho menos, ante el adversario m¨¢s replegado de LaLiga. Pero la Real no se hizo acreedora de los tres puntos por tener la posesi¨®n, sino por saber qu¨¦ hacer con la misma. Su circulaci¨®n fue fluida, de lado a lado, impulsada por los movimientos incesantes de todos sus futbolistas. Y mezcl¨® el juego con una eficacia admirable. Los desplazamientos en largo de los centrales Le Normand (nueve buenos de once intentados) y Elustondo (tres de cinco) abrieron la defensa del C¨¢diz. Oyarzabal acompas¨® estos env¨ªos con desmarques excepcionales. En el 12', casi bate a Ledesma tras un pase de Le Normand. M¨¢s tarde, no perdon¨® para iniciar la victoria con el gol que marc¨® tras la asistencia desde el otro campo de Elustondo.
Los diez minutos
El descuento del Espanyol-Atl¨¦tico trae cola. De no haber marcado Lemar quiz¨¢ ni se hubiera reparado en ello. El partido alcanz¨® un minutaje final entre primera y segunda parte de 104 minutos y 45 segundos. El tiempo efectivo lleg¨® a los 54 minutos y 48 segundos, el 52% sobre el total. Vistos los n¨²meros, se agradece que se a?ada lo que se tenga que a?adir. El problema se produce cuando esto no pasa en todos los partidos. Hay casos todas las jornadas. Hasta en 18 encuentros de LaLiga se jug¨® menos tiempo de promedio que el duelo de Cornell¨¢. Que se descuente, pero en todos los partidos. Ser¨ªa lo mejor para el f¨²tbol.