Navarro y Amatria¨ªn y el simbolismo de la victoria
Eli y Carol, a sus 37 y 45 a?os, sumaron en el Calanda Challenger su primer t¨ªtulo en varias temporadas y dieron sentido a a?os de esfuerzo.

El deporte se compone de gestas, instant¨¢neas, relatos y nombres propios. Ingredientes que hacen de la faceta m¨¢s importante de las cosas menos importante de la vida algo tan ¨²nico y bello como pasional e irracional. Todo, para dibujar algunas de las historias m¨¢s emotivas y ¨¦picas que mueven el mundo. Ejemplos que, m¨¢s all¨¢ del resultado, simbolizan muchos aspectos de la vida. Ejemplos como el de Carolina Navarro y Eli Amatria¨ªn.
Y es que, para muchos, Calanda solo es una localidad m¨¢s de la geograf¨ªa espa?ola. Normal. Pero para los amantes del p¨¢del, los de verdad, Calanda es ya un oasis veraniego que, en forma de Challenger, ha dotado de cierta justicia po¨¦tica al p¨¢del y a dos de las m¨¢ximas representantes espa?olas de su historia reciente.
Porque Carolina Navarro y Eli Amatria¨ªn se proclamaban este domingo campeonas del Calanda Challenger 2021 para alegr¨ªa de todo un deporte. No es arriesgado asegurar que todos -a excepci¨®n de sus rivales- quer¨ªan verlas triunfar. Por muchos motivos. Porque m¨¢s all¨¢ del t¨ªtulo en s¨ª -el primero en su caminar como pareja- hay mucho m¨¢s.
Porque este t¨ªtulo demuestra que la veteran¨ªa sigue siendo un valor. Con los 45 a?os de la malague?a -es la jugadora m¨¢s longeva en lograr un t¨ªtulo WPT- y los 37 de la riojana, ambas componen la pareja m¨¢s veterana en levantar un t¨ªtulo World Padel Tour. Lejos ya de sus a?os dorados y en supuesta plenitud, han sabido seguir en el m¨¢ximo rendimiento y con un nivel notable para aprovechar las oportunidades que dejaban las nuevas generaciones y la evoluci¨®n del deporte. Y en el a?o m¨¢s convulso. Juntas iniciaron un proyecto nuevo junto con el t¨¦cnico Manu Mart¨ªn y el tiempo, parece, les ha dado la raz¨®n.
Este trofeo esconde que los n¨²meros, en deporte, carecen a veces de la certeza matem¨¢tica. Son varios a?os de sequ¨ªa los acumulados entre ambas en sus respectivos proyectos para romper con ellos en el a?o menos pensado. 2021 no estaba llamado a ser el a?o de las jugadoras m¨¢s veteranas, pero Amatria¨ªn ha logrado volver a levantar un t¨ªtulo tras haberlo hecho por ¨²ltima vez en el San Javier Challenger 2018 -junto a Patty Llaguno- y Navarro ha puesto punto y final a casi 8 temporadas sin ponerse una corona desde que dominara en 2013 -junto a Ceci Reiter-.

Y este torneo representa, por encima del resto, el valor del esfuerzo. La victoria, agradecida siempre, es ef¨ªmera y enfoca tan solo a unos agraciados. Muchas y muy variadas son las lecturas antes, durante y despu¨¦s de cada competici¨®n y a¨²n m¨¢s oscilantes las formas de encararlas. El deporte vive de resultados, s¨ª, pero tambi¨¦n de ejemplos. Y ah¨ª Carol y Eli siempre han salido victorias.
Hace a?os que no est¨¢n en la terna de candidatas -ni juntas ni por separado- al n¨²mero uno. Hace varias temporadas que no aparecen con regularidad en las citas dominicales. Pero siempre han trabajado por y para ello. Y con una sonrisa. En las buenas y en las menos. Navarro y Amatria¨ªn son el espejo perfecto en el que deben mirarse las nuevas generaciones del p¨¢del. Por concepci¨®n del deporte, de su significado y de todo lo que supone y conlleva.
Carol y Eli, Eli y Carol, simbolizan a la perfecci¨®n el concepto de deportista. Que es mucho. Es que al talento solo lo mueve el esfuerzo. Que a las metas solo se llega con dedicaci¨®n. O que a las ganas de triunfar las empujan la pasi¨®n. Y que a quien encara as¨ª la vida, incluso cuando va menos bien, suele tener premio. Y ellas, que lo materializaron en Calanda, lo lograron hacen a?os en forma del respeto de un deporte entero.