El d¨ªa que Messi lo cambi¨® todo
Quiz¨¢ dentro de unos a?os recordemos el partido de Reims, aquel en el que se juntaron por primera vez Messi y Mbapp¨¦. Son d¨ªas de esos que se nos quedan grabados en la memoria. Es curioso este efecto futbolero. Podemos no acordarnos a diario de d¨®nde guardamos las llaves, pero s¨ª tenemos espacio para nuestras batallitas sobre f¨²tbol. Por ejemplo, no hace falta decirles a los cul¨¦s que Messi se estren¨® con el Bar?a en un amistoso en Oporto o que su primer gol fue aquella vaselinita al Albacete. Tampoco olvidar¨¢n el d¨ªa en el que vieron a Leo por primera vez con otra camiseta. Duro momento, por cierto.
Messi ha dejado de ser exclusividad del Bar?a para pertenecer al resto del mundo. El PSG lo exhibe como un trofeo en un campeonato, el franc¨¦s, que tambi¨¦n se vanagloria de tenerlo. Jam¨¢s un partido de la Ligue 1 hab¨ªa captado tanta atenci¨®n como el de Reims. Hace a?os nos sorprend¨ªamos en LaLiga al ver a periodistas japoneses cubriendo futbolistas, no equipos. Hoy hacemos lo mismo nosotros con Messi. Si en vez de en Par¨ªs hubiera recalado en Manchester, toda la bater¨ªa medi¨¢tica se hubiera trasladado con ¨¦l hasta all¨ª.
As¨ª, al tiempo que jugaba el Atl¨¦tico, l¨ªder de la Liga, debutaba Messi en Francia con la televisi¨®n espa?ola emiti¨¦ndolo en abierto y casi medio mill¨®n de espectadores vi¨¦ndolo tambi¨¦n por una red social. Los tiempos han cambiado, igual que las formas de entender este deporte. La grandeza de Leo multiplica este inter¨¦s. El mejor jugador de la historia en otro equipo y otra liga diferentes a Bar?a y Espa?a. Lo nunca imaginado. La decisi¨®n que cambi¨® el panorama futbol¨ªstico para siempre. El rey cul¨¦ convertido en rey del mundo.