Jaula de grillos
El Madrid sin Modric no existe. Lleva siendo as¨ª desde hace a?os, pero cuesta decir que el rey de Europa est¨¢ desnudo. Asusta depender de las piernas de un futbolista de 36 a?os que sigue jugando con su selecci¨®n y asistiendo a compromisos internacionales. Sin el jugador croata, el equipo es una br¨²jula desimantada que empieza a girar sobre su eje. Sin orden, sin rigor, sin una hoja de ruta. Si a su ausencia se le a?ade encima la de Kroos, el fallo ya es multiorg¨¢nico, el colapso inmediato y todas las alarmas se encienden. El equipo presenta una crisis de identidad por un cuadro de personalidad m¨²ltiple y acaba mutando en pollo sin cabeza.
Y ah¨ª, claro, ah¨ª triunfa Vinicius. En el patio del manicomio, Vini es el rey de la pista. Su estilo de juego, tan imprevisible como an¨¢rquico, se ve beneficiado en estos partidos alocados de perro sin collar. A veces ni sabemos qu¨¦ ha intentado, ni si hace las cosas a prop¨®sito, ni entendemos siquiera el timing de sus celebraciones. Pero al menos ofrece algo distinto y tiene atrevimiento. Y como dec¨ªa Tony Soprano, se pierde m¨¢s por la indecisi¨®n que por una decisi¨®n equivocada. Menos mal que Odegaard ten¨ªa por delante de ¨¦l a 8 jugadores y a Chendo en su puesto, porque en el primer partido desde que se fue tuvo que jugar Asensio como interior izquierdo. Si ya de por s¨ª al vaporoso jugador mallorqu¨ªn le cuesta en ocasiones llegar a manifestarse, ni qu¨¦ decir tiene cuando ha de actuar en una posici¨®n in¨¦dita para ¨¦l, alejado de su principal arma en estos d¨ªas: el disparo a puerta.
Esto explicar¨ªa que el Madrid ayer consiguiera algo inaudito: con un jugador de campo como portero, fue incapaz de chutar a puerta en los 10 minutos finales para al menos probar las dudosas cualidades de Vezo como portero. Ni siquiera un disparo desesperado desde lejos. En las notas positivas, al margen de esa tormenta de verano llamada Vinicius, transmite buenas impresiones Alaba. Entre una cosa y otra, hac¨ªa tiempo que no se ve¨ªa en el Real Madrid a un fichaje de relumbr¨®n con impacto inmediato en el equipo. Ya sea por el fuego lento que piden las apuestas por los j¨®venes, por ciertos problemas de adaptaci¨®n o por inoportunas lesiones, nos tenemos que remontar hasta el verano de 2014 de Kroos para recordar ese estilo de fichaje de jugador que llega al club con cartel de estrella y transmite la sensaci¨®n de que un nuevo sheriff ha llegado a la ciudad. De estar ante una realidad y no una promesa. Alaba supone un alivio en estos d¨ªas de escasez de recursos, ¨¦xodos forzosos y ausencias rubias.