Estados Unidos pincha y Europa regresa
Los atletas de Estados Unidos dominan el medallero, pero Europa regresa de su Siberia particular en el atletismo. Los estadounidenses s¨®lo han conseguido una victoria: Ryan Crouser en lanzamiento de peso. La contradicci¨®n entre su masiva presencia en finales, el n¨²mero de medallas y la ausencia de victorias se manifiesta en las carreras y los saltos. A falta de un d¨ªa de competici¨®n, ninguno de sus sprinters, mediofondistas, fondistas y saltadores se han proclamado campeones en Tokio.
Ninguno confirm¨® su condici¨®n de favorito, etiqueta que llevaban Trevor Bromell (100 metros), Noah Lyles (200), Michael Norman (400) y Grant Holloway (110 metros vallas). Les ha eludido el ¨¦xito en todas las circunstancias, incluso en la fulgurante actuaci¨®n de Rai Benjamin en los 400 metros vallas. Bati¨® el r¨¦cord mundial con un tiempazo (46,18 segundos) que le sirvi¨® para terminar segundo. Le super¨® el noruego Karsten Warlholm en el momento Beamon de estos Juegos: 45,95 segundos, primer hombre que traspasa la barrera del 46.
La ¨²ltima jornada en el estadio ofrece a Estados Unidos la posibilidad de ganar el oro en los 4x400, donde su hegemon¨ªa rara vez ha sido contestada, y el 1.500 metros, final que no contar¨¢ con la presencia de Matt Centrowitz, campe¨®n en los Juegos de R¨ªo 2016. Sobre el joven Cole Hocker, sensaci¨®n de la temporada universitaria, pesar¨¢ una responsabilidad inesperada. No figura entre los favoritos. Su ventaja radica en la eficacia que no han demostrado las estrellas m¨¢s curtidas en los grandes campeonatos (Lyles, Clayton Murphy, Centrowitz¡), ni los representantes de la nueva generaci¨®n. Nadie espera a Hocker en el podio, aunque sus actuaciones indican que sabe manejarse en las carreras y dispone de un rush temible.
El vac¨ªo estadounidense en la cima del caj¨®n merecer¨¢ detallados an¨¢lisis y teor¨ªas en el mundillo del atletismo. Una lectura de los Juegos de Tokio pasa por la democratizaci¨®n del atletismo. Del 100 al 10.000, pasando por las carreras de vallas y los 3.000 metros obst¨¢culos, ning¨²n pa¨ªs ha repetido victoria: Jacobs (Italia), De Grasse (Canad¨¢), Gardiner (Bahamas), Rotich (Kenia), Cheptegei (Uganda), Barega (Etiop¨ªa), Parchment (Jamaica), Warholm (Noruega).
Desaparecida Rusia de la pomada -una medalla de plata hasta la ¨²ltima jornada-, sin ning¨²n campe¨®n ol¨ªmpico franc¨¦s, alem¨¢n -Vetter y Weber figuran entre los favoritos de la final de lanzamiento de jabalina- y brit¨¢nico -tres finalistas en el 1.500- y con Ryan Crouser como ¨²nico vencedor estadounidense, la atomizaci¨®n es tan rese?able como el regreso del atletismo europeo a la gran escena. Y entre todos los pa¨ªses de Europa ninguno ha sido m¨¢s impactante que Italia: cuatro medallas en categor¨ªa masculina, las cuatro de oro (100, salto de altura, 4x100 y 20 kil¨®metros marcha). Antonella Palmisano, ganadora de los 20 kil¨®metros marcha, a?adi¨® la quinta medalla de oro de Italia.
Europa ha recuperado terreno, excelente noticia despu¨¦s de una larga depresi¨®n que ha afectado al inter¨¦s de la audiencia por el atletismo. Aunque Europa se ha mantenido como factor sustancial en el calendario atl¨¦tico, sinti¨® el da?o de la escasa repercusi¨®n de sus atletas en pruebas donde anteriormente ejerc¨ªan un papel importante, tanto en la velocidad como en el mediofondo y fondo.
A sus tradicionales ¨¦xitos en lanzamientos y en saltos -victorias en p¨¦rtiga (Duplantis), altura (Tamberi), longitud (Tentoglou), triple (Pichardo), disco (Stahl) y martillo (Nowicki)- a?ade los de Jacobs en 100 metros, Warholm (400 metros vallas) y el relevo italiano 4x100, adem¨¢s de una nutrida presencia en las finales de mediofondo. Por primera vez en mucho tiempo, m¨¢s del 50% de los 12 finalistas en 1.500 metros ser¨¢n europeos: tres brit¨¢nicos, dos espa?oles, un noruego y un luxemburgu¨¦s.