La leyenda ol¨ªmpica
El empate tiene siempre algo de mon¨®tono. Su presencia lo rebaja todo. Es una forma de cesi¨®n, y a la par, de tristeza. ¡°Bueno, es lo que hay¡±, te oyes decir cuando una situaci¨®n se nivela. En casos de frustraci¨®n desbocada, no te extra?ar¨ªa que se pudiese morir de empate. ¡°Es el mejor de los peores resultados¡±, afirmar¨ªa quiz¨¢ un falso sabio, en un intento de que su frase supere la insipidez del resultado, o la insipidez de la palabra misma. ¡°Hay que enviarlos a Siberia por empatar tantas veces¡±, propuso en 1990 el excampe¨®n Boris Spassky cuando Kasparov y Karpov disputaban la final del mundial de ajedrez y hab¨ªan firmado trece tablas en quince partidas. Pero llegamos a Tokio 2020 y, en esa sucesi¨®n de momentos ¨²nicos que son unos Juegos Ol¨ªmpicos, constatamos la fuerza inusitada de ciertos empates. Pueden estar compuestos por un sinf¨ªn de ingredientes, el menos esperado, la celebridad.
El oro en salto de altura para Tamberi y Barshim elev¨® la idea de igualada a algo extra?¨ªsimo, llamado triunfo. Cuando el ¨¢rbitro de la prueba se les acerc¨®, y les pregunt¨® si quer¨ªan desempatar, cosa que sonaba a muerte, o repartirse la medalla de oro, la reacci¨®n del atleta qatar¨ª fue de una ternura inusual: ¡°?Podemos tener los dos el oro?¡±. Al parecer, pod¨ªan. Para qu¨¦ entonces arriesgarse a dividir la gloria. Ese falso consuelo que dejan casi siempre los empates, un poquito para m¨ª, otro poquito para ti, que equivale a cierto aburrimiento, se present¨® esta vez como la victoria completa: todo para ambos. La leyenda ol¨ªmpica.
Hasta ese momento los dos saltadores hab¨ªan imitado la perfecci¨®n, superando las mismas alturas con los mismos intentos. Tuvieron la opci¨®n de detener la deriva ah¨ª. Para qu¨¦ m¨¢s altura. Para qu¨¦ m¨¢s saltos. Para qu¨¦ m¨¢s, en general. Hay que tener cuidado con hacer las cosas excesivamente bien. Recuerdo que Julio Camba, en su ¨²ltima etapa, amenazaba a Luis Calvo, director de ABC, con dejar de escribir buenas columnas porque ¡°la gente me llama por tel¨¦fono para felicitarme y me despierta¡±.